La decisión de mover a los seguidores que la Alianza tenía en el palacio de Gobierno se produce después de que el domingo 50 personas resultasen heridas al estallar una granada arrojada desde el exterior del recinto de la casa gubernamental.
Al menos una persona ha muerto y decenas han resultado heridas a causa de las explosiones de granadas lanzadas contra miembros de la Alianza en noviembre, principalmente en la sede del Gobierno, que ocupan desde el 26 de agosto.
La Alianza aumentó la presión sobre el Ejecutivo la semana pasada al tomar, sin que se produjeran víctimas, el moderno aeropuerto de Suvarnabhumi y el viejo de Don Muang, ambos en Bangkok y que dejaron a más de 100.000 pasajeros sin vuelos de entrada o salida del país.
Estado de excepción
El primer ministro de Tailandia, Somchai Wongsawat, que se niega a dimitir o convocar elecciones anticipadas, declaró el estado de excepción en Suvarnabhumi y Don Muang el 27 de noviembre. Al día siguiente, lo cuerpos de seguridad comenzaron a negociar con los manifestantes, quienes amenazan con una revuelta popular si la Policía carga.
El gobernante, que se ha atrincherado en la ciudad de Chiang Mai, a unos 600 kilómetros al norte de Bangkok y plaza fuerte de su Partido del Poder del Pueblo, indicó hoy que estaba dispuesto a seguir la recomendación que le haga el rey Bhumibol Adulyadej para superar la crisis.
Tailandia atraviesa una profunda crisis política desde las elecciones de 2007, que ganaron los mismos políticos que expulsó del poder por corruptos el golpe militar del año anterior.