publicó el pasado 20 de noviembre que Unedisa necesita el apoyo de su matriz italiana, RCS, para poder seguir en funcionamiento. En su artículo, el periódico desarrolló con pelos y señales las deudas y números rojos de su mayor rival en el mercado periodístico. Informaba de que la editorial cerró en 2007 con unas deudas superiores a 1.000 millones de euros y un fondo de maniobra negativo de 116,5 millones, por lo tanto sólo podría salir adelante con una inyeccción económica por parte de RCS.
«La caída de las ventas de El Mundo y Marca, agrava la situación», informaba el diario de Cebrián. «Unidad editorial no ha sido capaz de hacer frente a los intereses de su abultada deuda y a la vez mantenerse en beneficios». Destacaba que la sociedad ya acumulaba una deuda de 120 millones de euros con RCS con un interés del 7,1% y otras tres pólizas de crédito de 50 millones con el BBVA, Santander y Banesto, a un interés del 4,94%. Además tiene otros préstamos a corto plazo con empresas del grupo por 168 millones y pasivos comerciales por 130,7 millones.
«La deuda de Unidad Editorial supone más de 20 veces el resultado bruto operativo del grupo español en los nueve primeros meses de 2008», reseñaba El País.
Ayer el diario El Mundo contraatacó con un desplegado artículo en el que titulaba «El valor de Prisa cae un 78% en un año, casi el doble que la Bolsa». Continuaba diciendo, «El grupo busca dinero rápido en la junta de accionistas del viernes». Con una acertada fotografía de Juan Luis Cebrían preocupado, el diario criticaba que tras un año desde la OPA de Sogecable, el grupo no había logrado vender Digital+ y suma una deuda de 5.000 millones, de los que debe pagar 1.950 en marzo de 2009.
PRISA se reúne este viernes con sus accionistas para idear un plan de refinanciación a corto plazo, aunque asegura el El Mundo que «nada de esto garantiza a los Polanco y a Cebrián poder respirar tranquilos a medio plazo».
Titulaba la última parte del artículo «Con el agua al cuello», cosa que se demuestra con el cierre de Localia y el despido de 300 empleados, apuntillaba. Además el CNMV informó de que PRISA pretende vender bonos convertibles o canjeables para obtener ingreso, lo que supone que si en un futuro quiere hacerse con el control total de las acciones lo pagaría a unos elevadísimos intereses.
Así, con el agua al cuello, ninguno de los dos grupos reconoce la profundidad de su propio lozadal, pero disparan balas de barro para ensuciar la casa del contrario. No es más que un truco de niños hacer invisible la viga propia, evidenciando la paja ajena.