«Es posible que este martes o el miércoles en la reunión de ministros de Exteriores se tome oficialmente la decisión de descongelar la labor del Consejo OTAN-Rusia a nivel de embajadores, por lo menos esa es la información que recibimos de la Alianza», apuntó.
El cargo de representante militar ante la OTAN ha estado vacante desde julio, cuando el vicealmirante Valentín Kuznetsov regresó a Moscú.
Tras la guerra en Osetia del Sur (8-12 de agosto), Rusia suspendió la cooperación militar con la Alianza, a la que acusó de «seguir anclada en la Guerra Fría» por apoyar a Georgia en el conflicto por el control de la separatista Osetia del Sur. En cambio, añadió la fuente castrense, «ahora las cosas han cambiado, en la Alianza han comprendido que el diálogo y la cooperación la necesitan no sólo Moscú, sino también ella (la OTAN), e incluso en mayor medida».
Viejas estructuras
Recientemente, el embajador ruso ante la Alianza Atlántica, Dmitri Rogozin, afirmó que el Consejo OTAN-Rusia era una estructura «anticuada», que no podría allanar el camino para la cooperación entre rusos y aliados en materia de seguridad. Y se negó a acudir en noviembre a Valencia para asistir a la 54 Asamblea Parlamentaria de la OTAN porque había invitado a intervenir en la reunión al líder georgiano, Mijaíl Saakashvili.
A su vez, el secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, criticó duramente los planes rusos de desplegar cohetes tácticos Iskander en el enclave báltico de Kaliningrado, pero negó que la Alianza vaya a tomar medidas de respuesta. Además, consideró inaceptable el despliegue ruso de tropas regulares en las regiones separatistas georgianas de Abjasia y Osetia del Sur.