Entonces, los retrocesos de estos productos de inversión rondaron el 8 por ciento, lo mismo que ha ocurrido en esta ocasión.
Poza indicó también que los «hedge funds» son «víctimas y no actores» de la crisis financiera, y que se ha «magnificado la responsabilidad de su actividad» en la profundización de la situación.
El detonante de la situación actual lo constituyó, en opinión de Poza, la quiebra de Lehman Brothers, «un gran error» que demuestra que debe mejorarse la transparencia y la coordinación entre entidades y entre supervisores.
El director general de Harcourt insistió también en la responsabilidad de los reguladores, que no fueron eficaces ante los excesos de financiación, que se hubieran podido controlar.
Para el futuro inmediato, lo lógico será que haya una criba de gestoras, dijo, y que desaparezcan las más pequeñas, con lo que a menos actores en el mercado la diversificación será más valiosa.
Otro de los aspectos que debe cambiar es la estrategia comercial de los «hedge funds», que «no son productos para el mercado minorista» sino para inversores sofisticados e institucionales.
En su opinión, la crisis de liquidez ha tocado fondo tras las inyecciones y ayudas aprobadas en los últimos meses, aunque matizó que la liquidez ha llegado al mercado interbancario pero no al de crédito.