Con estas cifras, la nueva fusión colocaría a la compañía resultante en la segunda posición mundial por aparatos, tan sólo por detrás de la suma de las estadounidenses Delta y Northwest, recientemente fusionadas, que posee una flota de 800 unidades.
En cuanto a los destinos, con la fusión de las tres compañías quedaría prácticamente completo el mapa aéreo mundial, con la posibilidad de viajar en un avión de estas compañías a los cinco continentes y a 543 ciudades, dado que Iberia vuela a 141 aeropuertos, Qantas a 180, y British Airwairs a 222.
Las tres aerolíneas, que también se beneficiarían de formar parte de la alianza Oneworld, se repartirían su influencia por áreas geográficas, y así Qantas puede ofrecer su dominio en Asia y Oceanía, British su posición en Europa, Norte de América y África, e Iberia en Latinoamérica.
Asimismo, la compañía española aporta también a esa fusión a tres bandas la nueva Terminal de Madrid-Barajas T4, una puerta de desarrollo importante para la aviación internacional y que podría servir como «puente» y de nueva escala en futuras modificaciones de algunas rutas transoceánicas.
Respecto a las cifras económicas de las tres compañías, su valoración bursátil a noviembre está próxima a los 8.000 millones de euros, lo que la situaría en tercer lugar por detrás de Air China y Singapur Airlines, que están próximas a los 10.000 millones.
Las otras dos grandes compañías aéreas europeas, Lufthansa y Air France-KLM, superan los 5.000 millones en capitalización bursátil, lo que las dejaría muy por detrás de la nueva aerolínea resultado de la fusión entre British Airways, Iberia y Qantas.
Por facturación, en los nueve primeros meses del año, la suma de las cifras facilitadas por la británica, la española y la australiana indican que se ha obtenido un global de 19.625 millones, lo que las situaría entre las tres primeras a nivel mundial, dado que tanto Lufthansa como Air France-KLM se mantienen en cifras semejantes, pero ligeramente superiores.
Fuentes de Iberia no han querido manifestarse sobre si la fusión de British con Qantas, cuyo interés ya ha sido confirmado desde Australia, puede retrasar la que tenían prevista ambas compañías europeas para firmar en el 2009.