martes, diciembre 3, 2024
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La filóloga Inés Fernández-Ordóñez podría ser la cuarta mujer académica de la lengua

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La candidatura de Fernández-Ordóñez, catedrática de Lengua Española en la Universidad Autónoma de Madrid y directora del «Corpus Oral y Sonoro del Español Rural», el COSER, ha sido presentada por José Antonio Pascual, Margarita Salas y Álvaro Pombo.

Uno de los tres académicos que respalda la propuesta realizará el elogio de la aspirante al sillón «P» el próximo 11 diciembre, y una semana más tarde, el día 18, tendrán lugar las votaciones. En principio, Fernández-Ordóñez no debería tener problemas para resultar elegida, dado que no compite con ningún otro candidato.

El posible ingreso de una mujer en la Real Academia Española suscita siempre interés, dado que actualmente sólo cuenta con tres representantes del sexo femenino: la escritora Ana María Matute, la historiadora Carmen Iglesias y la científica Margarita Salas.

«Ya va siendo hora de que entre otra mujer en la Academia de la Lengua», decía un académico, tras solicitar que no figurara su nombre.

El número de mujeres «debe aumentar»

Al parecer, según diversas fuentes consultadas, en la RAE «hay conciencia» de que el número de mujeres debe aumentar, y son «muchos» los académicos que quieren que este asunto se vaya solucionando.

La cuestión es que los estatutos de la RAE dejan plena libertad a los académicos para presentar como candidatos a quienes ellos quieran. Basta con que tres se pongan de acuerdo.

A veces, lo que les impide alcanzar el consenso sobre un aspirante concreto, es especial si éste pertenece al campo de la Filología, no es tanto el hecho de que sea hombre o mujer como el de la escuela académica a la que pertenezca, que puede suscitar reticencias en los de otra tendencia, según esas mismas fuentes.

En realidad, como reflejó Alonso Zamora Vicente en su Historia de la Real Academia Española (1999), la relación de esta institución, casi tricentenaria, con las mujeres nunca fue fácil.

No se entendía que una mujer formara parte de la institución

Gertrudis Gómez de Avellaneda protagonizó el primer «intento serio» de ser académica, a mediados del XIX. Aunque era «muy admirada», la sociedad de aquella época «no entendía que una mujer formara parte de estas instituciones», como cuenta Zamora Vicente.

La RAE le envió una carta «cariñosa y elogiosa, diciéndole que no había plazas para señoras», y con la misma excusa «despacharon» años después a Emilia Pardo Bazán.

En 1972, María Moliner competía por un sillón académico con Emilio Alarcos, pero perdió las votaciones ante quien representaba la llegada de la lingüística moderna a la Academia. Hubo que esperar a 1979 para que Carmen Conde fuera elegida sin ningún problema, como luego sucedería con Elena Quiroga en 1984 y, posteriormente, con las ya mencionadas Matute, Iglesias y Salas.

Inés Fernández-Ordóñez es especialista en el estudio de los textos históricos y cronísticos de la Edad Media Peninsular, sobre todo los producidos bajo el patronazgo de Alfonso X el Sabio, y tiene varios libros y numerosos artículos publicados sobre este tema.

Sus investigaciones se centran también en la edición crítica de textos medievales y en la dialectología, actual e histórica, del español. Dentro de esta última faceta dirige el Corpus Oral y Sonoro del Español Rural, formado por grabaciones de la lengua hablada en enclaves rurales de la Península Ibérica desde 1990.

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