Durante la rueda de prensa que ofreció al término de su visita a Morales, Betancourt justificó la necesidad de una acción militar contra las FARC, porque funcionan como una organización castrense y no como un grupo de «bandoleros». «La opinión que yo tengo es fruto de lo que viví en cautiverio durante estos casi siete años. Yo pienso que la opción militar, la presión militar sobre las FARC es necesaria», dijo Betancourt. Esa fue la respuesta que dio al ser consultada sobre qué piensa de la opinión de Morales, expresada esta semana, de que la «opción militar» o «represiva» no es una solución al conflicto colombiano, ya que antes deben resolverse los problemas sociales del país.
«Las FARC hoy en día son una organización obviamente militar. No son una organización de bandoleros. Es una organización (…) que tiene una doctrina que es una opción comunista de los años 50», dijo. «Pero es una guerrilla que dejó de ser lo esencial (…), dejó de tener una reflexión política en torno al problema de Colombia y por lo tanto está completamente de espaldas al país», apuntó Betancourt.
El presidente izquierdista Morales ha expresado varias veces que apoya una solución concertada al problema de las FARC y también las ha cuestionado porque cree que estos no son tiempos de tomar las armas, sino de buscar el poder por la vías democráticas.
Morales remarcó este sábado que se siente comprometido para acabar con los enfrentamientos armados en la región y sostuvo que luchar por las reformas sociales «no va con secuestros», ni con «matanzas».
Betancourt también sostuvo que las FARC están «esclerosadas» y son «autistas» ante la necesidad de adecuarse a la realidad de Colombia, pero, además, se han vuelto un «cártel de la droga». «Es una guerrilla sin pueblo (…). Esto explica por qué (el presidente de Colombia, Álvaro) Uribe ha sido elegido, reelegido y probablemente se volverá a reelegir una tercera vez», comentó la ex candidata presidencial colombiana. «Como si fuera poco», subrayó, los comandantes de las FARC se han convertido a su juicio en «burgueses revolucionarios» frente a la tropa guerrillera, gracias a la opulencia que da el narcotráfico.
Ratificó que «no hay otra opción» que la militar frente a las FARC pero también cree, en coincidencia con Morales, en la necesidad de solucionar los problemas sociales de la juventud colombiana campesina que vive en zonas aisladas y pobres.
La ex rehén destacó además que el Presidente boliviano es un ejemplo de que la izquierda puede llegar al poder por la «vía democrática» y tener éxito, como también lo han demostrado otras opciones de «izquierda revolucionaria» en América Latina.
A su juicio, las FARC tienen una admiración por presidentes como Morales o Hugo Chávez, de Venezuela, «pero eso no quiere decir que haya una relación clandestina» de ellos con el grupo guerrillero. «Yo considero que para lograr la liberación de mis compañeros, la participación del presidente Chávez es muy importante y eso no quiere decir que tenga vinculación directa con las FARC», agregó.
La franco-colombiana ya se ha entrevistado con los presidentes de Ecuador, Argentina, Chile, Perú y Bolivia, y este sábado viajó a Venezuela y después a Francia, según fuentes de la embajada francesa en La Paz.