El Banco de Inversiones Europeo también está dispuesto a conceder préstamos a corto plazo a Volvo Cars y SAAB, propiedad respectivamente de las multinacionales estadounidenses Ford y General Motors, que hace unos días se mostraron dispuestas a deshacerse de sus filiales suecas.
El Gobierno discute además con el consorcio de vehículos pesados Volvo, Volvo Cars, SAAB y Scania la creación de una empresa mixta, en la que el Estado sería el principal accionista, destinada a la investigación y el desarrollo.
Esta nueva empresa recibiría la partida de 43 millones de euros destinada para ese apartado en la industria del motor en los presupuestos públicos del 2009, confirmaron varias fuentes al diario.
La ministra sueca de Industria, Maud Olofsson, vinculó hace unos días las ayudas públicas del gobierno a Volvo Cars y a Saab a la decisión que adopten sobre las mismas Ford y General Motors.
El gobierno sueco ha descartado varias veces la opción de comprar estas firmas automovilísticas, que son dos de las principales compañías suecas.