Dos días después de la muerte de Alexander Grigoropulos, de 16 años, por las balas de un policía de servicio bajo circunstancias que investiga la Justicia, Caramanlis prometió que «los responsables tendrán el castigo que se merecen». Los dos policías implicados en la muerte del muchacho comparecerán este martes ante un fiscal para responder, uno de ellos de los cargos de «asesinato intencionado y uso ilegal de arma» y el otro de «colaboración en asesinato».
El jefe de Gobierno declaró que «como todos los griegos, siento gran pesar por la muerte injusta del niño» y dijo que sabía que nada podía aliviar el dolor de su familia.
Incidentes violentos
Tras las muerte del adolescente, se produjeron graves disturbios, no sólo en la capital sino en otros centros urbanos, como Tesalónica, Patras y Ioannina, que han causado hasta ahora al menos 40 heridos, decenas de detenidos y cuantiosos daños materiales.
Caramanlis declaró que «aquellos que quieren aprovecharse de la situación y desencadenar la violencia, demuestran que tienen como objeto sólo la violencia y la destrucción». Puntualizó que «la prioridad del Gobierno es proteger al ciudadano y a sus bienes», y anunció que ha dado la orden de que las indemnizaciones por las pérdidas materiales de los ciudadanos se paguen de forma inmediata.