El ministro, que incluyó también en sus críticas al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, explicó que Berlín ha conseguido reducir su déficit del 3,4 por ciento al 0, pero otros países «no han tenido tanto éxito».
A su juicio, que Sarkozy presente a Alemania -cuyo plan de ayuda económica criticó por ser poco ambicioso- como «chivo expiatorio» busca «ganar» parte del dinero del «presupuesto consolidado» germano, en beneficio de las arcas de la UE.
El titular socialdemócrata afirmó que no es «sensato» convocar cumbres políticas con poco tiempo, pues los mercados reaccionan «a la expectativa», lo que considera que tiene un «efecto contraproducente».
Steinbrück se refirió así a la reunión prevista para mañana en Londres entre Sarkozy, Barroso y el primer ministro británico, Gordon Brown, a la que no ha sido invitada la canciller alemana, Angela Merkel, algo que el ministro tampoco ve necesario.
«Alemania está en otra situación distinta a la del Reino Unido y Francia, que reaccionaron a la crisis de forma más elástica», señaló. El portavoz del Gobierno alemán, Ulrich Wilhelm, informó hoy de que la canciller y el presidente francés han mantenido una «larga y amistosa» conversación telefónica, en la cual aludieron al futuro acuerdo climático de Bruselas que esperan que conduzca a un «éxito común» de la Unión.
Según Wilhelm, Sarkozy mostró su satisfacción por que la Cámara de representación regional (Bundesrat) del Parlamento alemán haya aprobado el plan de reactivación económica de Merkel, dotado con 32.000 millones de euros, y que anteriormente criticó por considerarlo demasiado tibio.
Plan francés
«La canciller expresó su satisfacción por el plan francés que, en relación con el Producto Interior Bruto (de Francia), es de la misma magnitud que el alemán», añadió el portavoz.
La próxima semana, en una reunión de jefes de Estado o de Gobierno de la UE que se celebrará durante el jueves y el viernes en Bruselas, los Veintisiete intentarán consensuar el plan contra el cambio climático, conocido como la «Triple 20».
El proyecto pretende reducir en 2020 un 20 por ciento las emisiones de dióxido de carbono (CO2), incrementar al 20 por ciento el aporte de las energías renovables y elevar en el mismo porcentaje el ahorro energético.