En la carta, leída en público por el juez, solicitan al magistrado que convoque una sesión inmediatamente «para anunciar nuestras confesiones». En una audiencia previa, Mohamed manifestó su deseo de morir como un «mártir». Además de él comparecen hoy ante el juez Walid bin Attash, Ramzi Binalshibh, Ali Abdul Aziz Ali y Mustafa al-Hawsawi.
Aún no hay una fecha marcada para el inicio del juicio, pero lo más probable es que no llegue a realizarse en Guantánamo.
Obama, por el cierre de Guantánamo
El presidente electo, Barack Obama, está en contra de los tribunales antiterroristas creados por la administración de George W. Bush en la base naval estadounidense en Cuba, que funcionan con reglas especiales que favorecen a la fiscalía. Obama, que asumirá la presidencia el 20 de enero, ha prometido cerrar Guantánamo y juzgar a los detenidos en cortes federales o militares ordinarias.
Aun así, los procedimientos contra los cinco continuaron en la base militar, con una vista en la que el juez escuchó los alegatos de ambas partes sobre el proceso.
La defensa ha pedido que se retiren los cargos después de que el año pasado el entonces fiscal jefe de los tribunales de Guantánamo, Morris Davis, denunciara presiones para pisar el acelerador en los casos más llamativos de cara a las elecciones presidenciales de noviembre.
¿Declaración voluntaria?
Todos los detenidos, excepto al-Hawsawi, se representan a sí mismos, aunque reciben asesoría de abogados. Se negaron a la representación de sus letrados como forma de protesta para quitar legitimidad al proceso.
Si los cinco detenidos finalmente se declaran culpables, el juez deberá establecer si su declaración es voluntaria, remarcó la organización de derechos humanos Human Rights Watch, que cuenta con un observador en Guantánamo. «En vista de los maltratos graves y la tortura a esos hombres, el juez debería requerir una investigación completa para determinar si estas declaraciones son voluntarias», dijo en un comunicado Jennifer Daskal, una experta de la organización.
Mohamed fue sometido a asfixias simuladas, según ha reconocido la propia CIA, una técnica que consiste en echar agua en el rostro del prisionero, que al inhalarla tiene la sensación de que se va a ahogar.
A la vista también asisten por primera vez miembros de cinco familias de víctimas de los atentados del 11 de septiembre de 2001. El Pentágono fue criticado en el pasado por no permitir a familiares asistir al proceso. Los cinco detenidos están acusados de 2.973 cargos de asesinato, por cada una de las víctimas de los atentados, y se enfrentan a una sentencia máxima de pena de muerte.
Incluso si fueran declarados inocentes, según las reglas de los tribunales antiterroristas el Pentágono podría mantenerlos detenidos de forma indefinida en Guantánamo.