«Nuestro principal objetivo es conservar el máximo número de empleos, ya que en los próximos años y en vista del desarrollo demográfico, necesitaremos de nuestro potencial laboral para la economía alemana», dice la que fue una de las máximas abogadas contra el cambio climático en el Viejo Continente.
Al mismo tiempo Merkel instará a la Comisión Europea a impulsar las inversiones públicas para combatir la crisis financiera, con el fin de «poner a Europa en forma para el siglo XXI».
Merkel convocó además una «ronda de crisis» para el próximo domingo, una reunión con el vicecanciller Frank-Walter Steinmeier y sus ministros de Finanzas, Economía y Trabajo, además de representantes de la banca y expertos en Economía.
El objetivo de esta reunión es hacer una análisis exhaustivo de la situación para «pensar antes de actuar», prosigue Merkel, que con ello pretende acallar las críticas dentro y fuera de su país que consideran que no ha hecho suficiente contra la crisis.
Nueve de los principales consorcios alemanes instaron este fin de semana a Merkel a abandonar su negativa contra nuevos programas, una actitud que le ha valido el sobrenombre de «Madame Non» dentro y fuera de Alemania.
Además, hoy se reúnen en Londres el primer ministro británico, Gordon Brown, el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, y el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, para preparar la cumbre europea, una cita a la que Merkel no ha sido invitada.
El Gobierno alemán rechazó la semana pasada que el hecho de que la canciller no haya sido invitada sea una medida para «aislar» al ejecutivo alemán en Europa.