Otros grupos como United Biscuits o Delaviuda también han presentado ofertas, pero al parecer a unos precios muy por debajo de lo que ponen sobre la mesa Panrico o Nutrexpa.
Las mismas fuentes financieras señalan que la diferencia de precio entre Panrico y Nutrexpa estriba en que Panrico quiere que se descuente del precio de Cuétara una reestructuración de personal que considera necesaria para la división de galletas.
Panrico plantea en las negociaciones que se tenga en cuenta más cosas que el precio, tales como la potencialidad y la continuidad de la empresa que va a adquirirse.
En cambio, Nutrexpa apuesta no sólo por el precio, sino por su capacidad para asumir de manera no traumática un posible ajuste laboral en la división que se pone a la venta y en su capacidad para negociar con la banca acreedora de Sos Cuétara, ya que una parte de la deuda será asumida por el comprador.
Esto es clave porque Sos Cuétara se ha visto obligada a vender su negocio galletero al haber apostado por los arroces y el aceite como productos estrella y al encontrarse muy apalancada tras la compra de la aceitera Bertolli a Unilever por 630 millones de euros.
La compra de la división de galletas de Cuétara es una apuesta personal de Javier Ventura, consejero delegado de Nutrexpa, quien desde el pasado año es el primer accionista de la empresa, con el 50% del capital de la compañía, a la que intenta reposicionar en el mercado de grandes marcas de consumo de la alimentación.
Fuentes conocedoras de la operación también ven a Nutrexpa como favorita porque en un momento en que cuesta mucho encontrar financiación para este tipo de operaciones, Nutrexpa tiene caja para aportar en metálico cerca del 50% del precio.
Panrico, el más directo rival de Nutrexpa en la puja, está controlada por empresas de capital riesgo, como Apax Partner, especializadas en rentabilizar adquisiciones y en renegociar importantes volúmenes de endeudamiento.
Panrico ya controla marcas de galletas como Artiach, Chiquilín, Filipinos, Artinata, Artichoco, Articoco, Artiavellana, Artilimón, Artiturrón, Digesta, Princesa, Mini Princesa, Mila, Morena, Selección, Tentaciones, así como Marbú Dorada y Dinosaurus.
Estas marcas, varias de las cuales están entre las 20 más importantes del mercado español de galletas, alcanzaron en el 2007 una cifra de ventas de 70 millones y sitúan a Panrico como el número dos de dicho mercado, con lo que la compra de Cuétara lo convertiría en el número uno indiscutible.
Su rival, Nutrexpa, es una empresa familiar que factura 358 millones anuales, está poco endeudada y ha realizado compras de manera muy selectiva: la última en el 2002, cuando Nutrexpa adquirió a Unilever las marcas Nocilla y Mesura y la planta de Montmeló (Barcelona) donde se fabrican estos dos productos.
Nutrexpa ya controla otras marcas muy populares entre las grandes marcas de consumo del desayuno español, como es el caso de Cola Cao, Phoskitos, Granja San Francisco y La Piara.