El presidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero transmitió un mensaje de determinación al tomar posición sobre el último asesinato de los terroristas vascos de ETA. “La obra se terminará,” dijo el socialista después de que ETA asesinara a tiros a un empresario vasco el pasado miércoles. El jefe de Gobierno se refería a un proyecto conocido en España como la ‘Y’ vasca, que ETA considera una “cicatriz de cemento” sobre su suelo patrio. Éste suelo ha sido regado por ello con sangre, la sangre de Ignacio Uria, de 71 años. Los pistoleros de ETA dispararon al menos tres veces contra el empresario en la localidad vasca de Azpeitia”.
“Su empresa está a cargo de la construcción de alrededor de cinco kilómetros de un tramo de vía que en opinión de ETA “se contrapone a los intereses del país de los vascos”. Este siniestro modo que tiene ETA de cuidar del medio ambiente ha despertado en España recuerdos de anteriores proyectos eco-terroristas de los separatistas vascos que tuvieron éxito. ETA frenó la puesta en funcionamiento de la central nuclear de Lemoniz, contra la que estaban muchos vascos. En los años noventa se cambió el discurso de una autopista bajo la conmoción del terrorismo de las bombas. “Se puede estar a favor o en contra del proyecto,” declaró el jefe del Gobierno vasco Juan José Ibarretxe, “pero en ningún caso se pueden poner bombas o asesinar.” El gobierno de coalición de Ibarretxe cuenta con un socio que también es contrario al proyecto infraestructural, que con un presupuesto de 4.500 millones de euros es el más caro en la historia del País Vasco.”