«Los españoles no están acostumbrados a los descalabros inmobiliarios. El mercado de la construcción pareció ser durante mucho tiempo una apuesta redonda y hay quien todavía cree que es difícil pensar que los precios puedan incluso llegar a caer. El mercado está experimentando un rápido descenso. Los vendedores privados no pueden creer que sus viviendas estén perdiendo valor. El importante número de casas que aún se sigue construyendo hace que el panorama sea incluso más sombrío. Las grúas que salpican la línea del horizonte de los suburbios más alejados de Madrid son indicio de ulteriores problemas”.
“Muchos grupos constructores están al borde del desastre; el quinto en importancia, Habitat, se ha unido al gigante Martinsa Fadesa pidiendo ayuda a la administración, Metrovacesa y Colonial han caído parcialmente en manos de sus acreedores y Sacyr Vallehermoso está en negociaciones para vender posiblemente su participación en Repsol YPF a la empresa rusa Lukoil. En la actualidad se están concluyendo muchas viviendas, pero se empiezan muy pocas. Las grúas desaparecerán pronto del cielo de Madrid. La construcción se hunde rápidamente y despide a sus trabajadores”.
“El Presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, tiene su mirada puesta en el desempleo, que ha subido en torno a un 40% en un año, hasta alcanzar en el mes de noviembre los casi tres millones de personas. España sufre la mayor crisis de paro de Europa. La inyección del gobierno de 11 mil millones de euros pretende la creación de 300.000 puestos de trabajo. Pero no hará que aumenten los precios de las viviendas. Durante años, los españoles se han quejado durante de los exorbitantes precios de las casas. Por lo menos ahora, el mercado está solucionando ese extremo”.