El intervencionismo de Guardiola desnaturalizó al Barça porque a priori, ninguno de los titulares frente al equipo ucraniano jugará de inicio el clásico ante el Madrid, circunstancia que flotó en el ambiente durante los 90 minutos. Tampoco acompañó la afición, en la peor entrada de la temporada, ni la intensidad del rival, ya de vacaciones y con el grupo C cerrado de antemano.
El panorama inicial destensó al Barcelona, repleto de canteranos, y dejó indiferente al Shakhtar, que se limitó a recoger la invitación del rival para lograr la victoria en el Camp Nou.
Disciplinado y obligado por la efervescencia desde el banquillo de Guardiola, que no distingue entre amistosos y oficiales, el Barça se aplicó para mantener sus señas de identidad, con la línea de presión muy adelantada y el empeño de tocar con criterio. No funcionó. Bojan, Pedro y Hleb no mezclaron bien en ataque y los volantes apenas pisaron el área rival.
El Shakhtar afianzó su defensa y buscó el contragolpe, receta de cabecera para los rivales del Barça. La apuesta le salió bien. A la media hora ya gobernaba el marcador gracias a una excelente transición, culminada al borde del área chica por Gladkiy. Los desajustes defensivos del Barça, lento en las ayudas, quedaron al descubierto.
Obligados a remontar
También en el segundo tanto, ya en la reanudación, muy similar al que el Sporting de Portugal logró en el Camp Nou: un saque de falta al segundo palo rematado sin oposición por Gladkiy. Jorquera salió a destiempo y el Shakhtar empezó a ganar el partido.
Al Barça le faltó precisión en la circulación de la pelota y contundencia a la hora de encarar a Pyatov. Acostumbrado a las grandes citas, el partido se le indigestó y no encontró referentes a los que agarrarse, con los titulares repartidos entre la grada y el banquillo.
Con 0-2 en el marcador, el orgullo del escudo animó al Barça a iniciar la remontada. Se quedó a medias, después de un buen gol de Sylvinho, un disparo seco desde la frontal después de combinar con Keita.
Sólo el arrojo del brasileño, capitán general en un equipo de juveniles, despertó al público y reanimó al Barça, que pasó de la imprecisión a la precipitación. Apretó a Pyatov, portero ágil pero alérgico a los blocajes, y obligó a recular unos metros al Shakhtar.
Pero el equipo de Lucescu firmó el tercer gol en un contragolpe coronado por Fernandinho. Con el telón a punto de bajarse, Gudjohnsen habilitó a Sergio Busquets, autor del segundo gol del Barça. Pero el Barça volvió a quedarse a medias.
Sin tiempo para consumar el remonte, el Barça disfrutó al menos de un final eléctrico, una colección de tarjetas para el Shakhtar y un ejercicio de fe que no le alcanzó para evitar la derrota, un resultado incómodo porque a la vuelta de la esquina espera el Real Madrid.
Barcelona 2-3 Shakhtar Donetsk
Jorquera; Cáceres, Víctor Sánchez, Piqué, Sylvinho; Sergio Busquets, Víctor Vázquez, Keita; Pedro (Gudjohnsen, min. 76), Hleb y Bojan.
Pyatov; Srna, Kucher, Chygrynskiy, Rat; Hübschman, Jadson (Brandao, min. 67), Gai, Willian; Fernandinho (Luiz Adriano, min. 78) y Gladkiy.
0-1, min. 32: Gladkiy. 0-2, min. 58: Gladkiy. 1-2, min. 59: Sylvinho. 1-3, min. 76: Fernandinho. 2-3, min. 84: Sergio Busquets.
Michael Riley (ING). Amonestó con cartulina amarilla a Bojan (min. 50), Hübschman (min. 65), Brandao (min. 86), Luiz Adriano (min. 86), Gladkiy (min. 87), Kucher (min. 88) y Pyatov (min. 90).
Partido correspondiente a la sexta jornada del grupo C de la Liga de Campeones, disputado en el Camp Nou ante 22.763 espectadores.