Bueno, más que nada a intentar mantenerme lo más fuerte posible, dedicarme a estudiar, a contestar a todas las cartas que me enviaban y a ayudar a otros presos con los casos que tenían, ya que muchos de ellos no sabían ni leer. Intentaba ayudar como podía y mantener siempre ocupado para no pensar en lo peor.
¿Hizo algún amigo allí?
Tenía más de un amigo dentro del corredor. Había muchos compañeros que también he perdido estando en el corredor. Ves cómo cambia la vida porque yo antes de estar en el corredor estaba a favor de la pena de muerte. Recuerdo haber visto a estos compañeros en televisión y haberlos criticado y luego fueron ellos los primeros en apoyarme al entrar al corredor.
¿Qué era lo que soñaba hacer al salir de ese infierno?
Lo que quería era estar con mi familia; estar con mis hijas y poder volver a sentirme como una persona, porque ahí dentro no me sentía como una persona.
Su abogado de oficio le recomendó declararse culpable y llegó a decir que él se convirtió en su peor enemigo.
El abogado personal del primer juicio era mi abogado para todos los temas (temas de mi empresa, el divorcio que acababa de pasar…) nunca me había fallado hasta este momento, pero el problema es que no sabía llevar a cabo los juicios penales, y no sólo hizo una chapuza de trabajo, sino que también se cometieron muchos errores por su forma de ser.
¿Y cómo es su relación con Sloan, su ex mujer?
Pues hablo con ella todos lo días porque mis hijas viven con ella en EEUU, en Tampa. Es un poco complicado, pero ella sigue siendo la madre de mis hijas. Tienen 14 y 15 años y, claro, cuando les pregunto qué tal les va en colegio pues a veces te pueden soltar alguna mentirijilla y me gusta estar al tanto de lo que están haciendo y de cómo les va en el colegio, y la única manera es hablando con la madre.
¿Le tiene rencor?
No, no. Es algo del pasado. El rencor se queda detrás del corredor de la muerte porque si me pusiera a pensar en todas las personas que me han hecho daño mientras estaba allí, como los policías por ejemplo, estaría lleno de odio. Lo he superado y prefiero estar como estoy y que la gente me diga cosas por perdonar a mi ex. Y mira, no justifico el trabajo de los policías, pero entiendo que si tienen que encontrar a un responsable, se encuentre a toda costa.
Ha comentado alguna vez que sólo volvería a EEUU para ver a sus hijas o para luchar contra la pena de muerte. ¿Lo ha cumplido?
Sí, lo he cumplido. Definitivamente. Hago unos 4 ó 5 viajes al año para ver a mis hijas y estar con ellas. Este año, en noviembre, tenía una invitación para dar una conferencia en la Universidad de Chicago y no he podido porque tenía compromisos aquí en España, pero aún así, de vez en cuando sí me llaman y estoy ahí. Además en los próximos días empezaremos a trabajar para una película relacionada con mi estancia dentro del corredor de la muerte. Será una alegación contra la pena de muerte, que para mí es lo más importante. En la película, cuyo estreno se prevé para finales del año que viene, contará la verdad sobre lo que ocurrió y llegará en un momento clave porque esperemos que pueda ayudar también al caso de Pablo Ibar.
¿Sus hijas cuando le iban a visitar a la cárcel eran conscientes de su situación?
No, ellas pensaban que yo estaba allí trabajando. Pensaban que yo era un marinero que venía en un barco y llegaba al puerto y ahí estaban ellas para visitarme.
Qué duro, ¿no?
Era muy difícil, teniendo en cuenta que la primera vez que las vi fue un año y medio después de que me detuvieran, y ese mismo día me sentenciaron a muerte. Como padre esa situación fue lo peor: echar tanto de menos a un ser querido y cuando lo llegas a ver estar bajo esas condiciones. Pero te puedo decir que el corredor y la cárcel me han hecho una persona mucho más fuerte en este sentido. Valoro la vida de otra manera, las cosas no me afectan tanto como antes. Yo tengo un propósito: ser el mejor padre y el mejor hijo que pueda ser y la mejor persona. Si yo cumplo esas tres cosas todos los días me acuesto tranquilo. Porque para mí cada noche es como si fuera la última.
¿Sus hijas ahora saben su verdadera historia?
Sí. Están al tanto, por internet. Hay que tener en cuenta que los medios de comunicación aquí en España hicieron un trabajo impresionante para hacer llegar la noticia al pueblo, pero durante el juicio los medios de comunicación americanos me apoyaron muchísimo. Y esos escritos quedan registrados en internet. Saben y están al tanto de la situación. Ya les dije que fue un error por parte de su madre, aunque nunca les dije que fue su culpa para que tampoco sientan rencor hacia ella.
Salimos del corredor sin nada, se dejó a deber una cantidad al abogado que nos perdonó la deuda. Por otra parte, el dinero no fue sólo para un abogado, estamos hablando de un equipo formado por unas 10 ó 12 personas y ese dinero fue para todos ellos. Tuvo mucho que ver la diferencia entre tener dinero y no tenerlo pero sólo con dinero no se sale del corredor de la muerte. Yo he visto gente como Tookie Williams que iba para premio Nobel que fue ejecutado pesa a todo el apoyo que recibió y todo el dinero que tenía. Estoy muy agradecido a los medios y a toda España. Sin todo ese apoyo que he recibido, lo tengo claro, yo estaría todavía condenado a muerte y posiblemente ya ejecutado y todo.
¿Tiene preparado algún proyecto o conferencia con motivo del 60 aniversario de la Declaración de los Derechos Humanos que se celebra este 10 de diciembre?
Sí, la semana pasada estuve en dos actos de Amnistía Internacional, tuve una conferencia el viernes en Sevilla y el 11 de diciembre tengo que estar en Polonia. Voy a hacer todo lo posible para poder estar el 10 en Madrid, en los actos que tiene preparados Amnistía, pero no sé si voy a poder por problemas de agenda.
Hay aún muchos países en los que la pena de muerte es legal ¿Cree que existirá algún día un país libre de pena de muerte?
Yo creo que sí. En unos países tardará mucho más que en otros, pero en EEUU lo veo más ceca que en cualquier otro país porque veo un cambio en la gente y en la opinión pública. No está solucionando nada y cuesta mucho mantener y ejecutar a un condenado a muerte (más de 1 millon de euros entre comidas, alojamiento, juicios por cada condenado a muerte). Además, el cambio político que se ha producido recientemente es positivo porque -y te lo digo con toda sinceridad- hablando de derechos humanos es imposible que estemos peor que con el presidente Bush.
¿Qué les diría a los que están actualmente en el corredor de la muerte?
Que se mantengan fuertes porque aquí estamos luchando por ellos y estamos haciendo todo lo posible para cambiarlo. El trabajo que se está haciendo desde aquí fuera es para ellos una esperanza. Costará tiempo, y lo saben, lo mío no fue nada fácil, pero lo conseguiremos: acabaremos con la pena de muerte.
¿Qué es para usted la libertad?
Puff, ser libre. Volver a nacer; se puede decir que el 7 de junio volví a nacer. Siempre digo que mi madre me dio la vida dos veces: una cuando me parió y una vez más el 7 de junio. La libertad es algo que tenemos todos pero que no apreciamos tanto como deberíamos.