Don Juan Carlos y Doña Sofía llegaron a Japón el pasado 9 de noviembre en una visita de Estado que los mantuvo en el país durante seis días. Masako, que desde 2004 está bajo tratamiento médico a causa de un trastorno adaptativo, con síntomas de ansiedad y estado de ánimo depresivo, llevaba cinco años sin asistir a una ceremonia oficial de la categoría de la visita de Estado de los monarcas.
La conocida como «princesa triste», que está casada con el príncipe heredero de la corona japonesa, Naruhito, lleva desde diciembre de 2003 retirada de la mayoría de sus compromisos oficiales debido a su enfermedad. «A menudo me preocupaba pensando que no sería capaz de completar los preparativos para los viajes del príncipe (Naruhito) al extranjero (..), pero ahora estoy aliviada porque pude gracias a la ayuda de toda la gente que me rodea», añadió la princesa.
Masako, que se refería a los viajes que Naruhito realizó este verano a Brasil, España y Tonga, aludió además al esfuerzo que le supuso también organizar el cambio temporal de domicilio de su familia mientras se realizaban varias reformas en su residencia oficial del barrio tokiota de Akasaka.
Por su parte, los médicos encargados que se ocupan del tratamiento de la princesa dijeron en otro comunicado que Masako está realizando un mínimo de apariciones públicas para ocuparse de la educación de su única hija, la princesa Aiko, que este mes cumplió siete años.
Sin embargo, los facultativos consideraron que «la situación continua en un punto en el que a ella (Masako) le duele no ser capaz de llevar a cabo sus tareas como le gustaría». «El mayor motivo de su transtorno es que se ve envuelta en altibajos impredecibles en su estado físico y mental», concluyeron.