Sin profundas reformas económicas, los riesgos a medio plazo muestran un «prolongado periodo de crecimiento débil, en forma de L, y elevado desempleo», señaló un grupo de expertos del FMI tras una visita a Madrid con el objetivo de analizar la situación de la economía y entrevistarse con las autoridades españolas.
De este modo, la misión de la institución internacional indicó que la recuperación dependerá de manera «crucial» de los progresos en la puesta en práctica de reformas estructurales, sin las cuales «España podría ‘atascarse’ en una situación de baja competitividad, débil crecimiento, prolongado desapalancamiento y elevado desempleo, de los que sería difícil regresar a un bajo endeudamiento público».
Por otro lado, los expertos del FMI señalaron que el sector inmobiliario se encuentra en «plena corrección» y apuntó que este proceso «tomará tiempo», puesto que «muchas viviendas nuevas están todavía por entrar en el mercado, presionando los precios de la vivienda a la baja», aunque destacaron que la concesión de nuevos permisos y la construcción de nuevas casas están cayendo rápidamente, lo que hace prever una actividad en el sector mucho menor a medio plazo.
Activar el alquiler
A este respecto, la misión enviada por la institución dirigida por Dominique Strauss-Khan sugirió que las políticas de vivienda pueden facilitar el ajuste «al limitar el número de casas desocupadas», especialmente en el caso de aquellas encaminadas a la activación del mercado de alquiler.
Asimismo, el FMI señala que la asistencia hipotecaria para los nuevos desempleados, que permitirá posponer la mitad de sus cuotas de la hipoteca hasta dos años, es «útil para limitar los impagos».
No obstante, desaconsejaron la construcción de más viviendas protegidas al considerar que éstas aumentan los inventarios y su mercado está a menudo «distorsionado y es poco transparente» por lo que apunta que es preferible la asistencia para alquiler en función de los niveles de ingreso que los subsidios a la construcción y a la adquisición de vivienda.
En materia fiscal, la misión del FMI señaló que la respuesta fiscal de España ha sido rápida y amplia, destacando que el Gobierno ha asumido un 4% del PIB en medidas estructurales para 2008-09 para asistir a la economía, «más y más pronto que muchos socios de la UE», lo que, en conjunción con los estabilizadores automáticos, resulta en un déficit del 3% del PIB en 2008 y más del 5% en 2009.
Asimismo, los expertos de la institución internacional consideran que este esfuerzo fiscal estimulará temporalmente la demanda, aunque señalan que las autoridades deben garantizar que estas medidas se canalizan a su uso más productivo.
No obstante, el FMI afirmó que la principal deficiencia de las medidas adoptadas es que «no se han utilizado para llevar a cabo reformas estructurales» que puedan incrementar el potencial de crecimiento a medio plazo de la economía por lo que recomienda que cualquier impulso fiscal adicional, que en su opinión «debería efectuarse solamente si es necesario» y en cooperación con los socios de la UE, debería ligarse a las reformas estructurales pendientes, para minimizar sus costes sociales.
«Las políticas fiscales de corto plazo tienen que insertarse en un contexto de largo plazo para explicar cómo la deuda puede reducirse una vez que la economía se estabilice. La deuda pública, aunque todavía manejable, va a dar un salto. Para reforzar la confianza a la luz de los elevados costes del envejecimiento de la población, las autoridades deberían presentar un plan para reducir la deuda de nuevo, una vez que la actividad se estabilice, incluyendo una reforma de las pensiones», indicó el FMI.
Asimismo, la misión de la institución afirma que para alcanzar una recuperación vigorosa a medio plazo y evitar un posible escenario en forma de L, son necesarias reformas más significativas que las que se contemplan actualmente y pide adoptar las reformas laborales simultáneamente a las reformas de los mercados de bienes y servicios para incrementar la productividad y reducir costes.
Mejor resistencia
Por otra parte, el grupo de expertos del FMI destacó que los bancos españoles han resistido bien hasta ahora gracias a una sólida supervisión y regulación prudencial y al sólido modelo tradicional de banca al por menor.
«Las provisiones anticíclicas y un tratamiento riguroso de los instrumentos fuera de balance han situado al sector bancario español en una posición más fuerte que la de los bancos de muchos otros países», indicaron.
De este modo, la misión del FMI concluyó que la respuesta de las autoridades ha sido «enérgica y más rápida que la de otros socios de la Unión Europea», con actuaciones en el sector bancario basadas en criterios de mercado y con medidas fiscales sustanciales.