«Si no se llevan a cabo, España podría verse atrapada en una situación de baja competitividad, bajo crecimiento, desapalancamiento generalizado y alto desempleo, desde la cual sería difícil volver a un nivel bajo de deuda pública», alertó el FMI.
El organismo cree que el desapalancamiento -la reducción de la deuda por parte del sector privado- es un fenómeno ya presente, que se refleja en la caída del consumo y la renuencia de las empresas a invertir.
La recuperación de la economía será débil, predijo, si continúa la baja productividad del país, su inflación es superior a la de sus vecinos y no hay un programa más amplio de reforma. En ese sentido, aconsejó la liberalización de los sectores de los servicios y de los transportes, donde existen normas que dificultan la competencia.
La política más importante «que falta» en los planes del Gobierno es la reforma del mercado laboral, en opinión del FMI.
La entidad pidió que se eliminen los ajustes de sueldos según la inflación, que a su juicio alimentan las alzas de precios, y también recomendó que se faciliten los despidos. En su declaración, la institución predijo además que el ajuste del sector inmobiliario «llevará tiempo».
Dijo que son «esenciales» cambios en las regulaciones que agilicen la resolución de disputas entre arrendatarios e inquilinos.
También se mostró a favor de las ayudas para pagar la hipoteca para los desempleados, pero criticó la construcción de viviendas de protección civil, porque aumentan el inventario de casas, lo que baja los precios aún más.