Para enero y febrero del 2009, pronostica que se destruirá empleo a tasas del 4,1 y del 4,7%, respectivamente. Además, se advierte de que el paro seguirá afectando más a los que tienen un empleo, en vez de a las personas que se incorporan al mercado laboral.
De la evolución del desempleo y la afiliación a la Seguridad Social en noviembre pasado destaca que el sector servicios ha desbancado a la construcción en destrucción de empleo neto. Así de los 197.087 afiliados que se perdieron en noviembre, 94.500, el 48%, fueron del sector servicios.
En noviembre, el número total de afiliados bajó hasta los 18,6 millones, el nivel más bajo desde mayo del 2006, se recuerda. Asimismo, el informe resalta que los trabajadores indefinidos descendieron en términos intertrimestrales, en 100.000, por primera vez en catorce años.
En diciembre, el Indicador Afi-Agett muestra que el paro seguirá aumentando, aunque en términos absolutos será inferior que en meses precedentes debido a las contrataciones de Navidad. Con todo, ya hay 900.000 parados más que hace un año y el aumento del desempleo seguirá afectando más a los que tienen ahora un empleo que a los nuevos que se incorporan al mercado laboral.
Según Afi-Agett, el conjunto de medidas adoptadas por el Gobierno para reactivar la economía no producirá efectos discernibles hasta bien entrado el primer trimestre del 2009, por lo que demanda medidas adicionales de reforma que permitan reactivar la creación de nuevos puestos de trabajo y estimulen la empleabilidad de los desempleados.
Los datos del Indicador muestran que los servicios están desbancando a la construcción en la destrucción de empleo neto, como consecuencia de la desconfianza de los hogares y empresas, así como de las malas condiciones crediticias que están haciendo mella, especialmente en las ramas de actividad comercial, hostelería, actividades inmobiliarias y servicios empresariales. De los 197.087 afiliados menos en noviembre respecto a octubre, los servicios son responsables de 94.500 afiliados, es decir, del 48%.
Igualmente, los datos del indicador ponen de manifiesto que los asalariados indefinidos caen por primera vez en 14 años, exceptuando el segundo trimestre del 2006. Así, en tasa intertrimestral cayeron en 100.000 empleados durante el tercer trimestre del año.
Por comunidades autónomas, la destrucción de empleo indefinido se concentra en la Comunidad Valenciana (-44,4%) y en Cataluña (-42,3%), siendo esta última la que más empleo indefinido aporta a la media nacional (19,3%). Por el contrario, las regiones de la Cornisa Cantábrica, Aragón y Castilla-La Mancha han tenido una aportación positiva.
Por su parte, Afi-Agett destaca que la tasa de temporalidad desciende por la «peor de las causas», es decir, por la pérdida de puestos de trabajo temporales. Esto, sumado al descenso de la contratación indefinida, indica que las perspectivas económicas bajistas se han instalado ya, de forma estructural, en el horizonte de los empresarios. «No convendría pensar que los Expedientes de Regulación de Empleo son acciones empresariales oportunistas», subraya.
El indicador muestra, además, que los hogares con todos sus miembros parados ya suponen el 5% del total (637.711 familias), frente al 3,1% de hace un año. Aquellos con más de la mitad de sus miembros en paro representan el 13,6% (hace un año suponían el 9,7%), es decir, 1.721.311 hogares. Ambos son los niveles más elevados desde que existe la serie, en el primer trimestre del 2005.
Cantabria y País Vasco son la únicas comunidades en las que no aumenta el número de hogares con todos o la mitad de los miembros en paro. Donde más aumenta es en Andalucía y Canarias, siendo estas regiones, además, donde los hogares en dicha situación superan el 20% (en el 9,3 y el 8,9% de los casos, respectivamente, todos están parados).
También destacan Extremadura, Murcia y la Comunidad Valenciana, donde en el 6,9, el 6,7 y el 4,7% de sus hogares, respectivamente, todos sus miembros están en paro.
A la vista de estos datos, el presidente de Analistas Financieros Internacionales, Emilio Ontiveros, apuntó que los indicadores del mercado de trabajo español se deterioran «con la mismafacilidad» con la que se vieron estimulados en los años precedentes, por lo que demandó una reforma «ambiciosa» del mercado de trabajo, que vaya desde la homogeneización contractual hasta la extensión de la intermediación plena a las agencias de empleo especializadas.