En una rueda de prensa en la sede de su Ministerio junto a su homólogo portugués, Rui Carlos Pereira, el titular de Interior ha insistido que la política penitenciaria «no responde a la ocurrencia de un ministro», sino que se acuerda con todas las fuerzas parlamentarias, ya que es «de Estado». Rubalcaba ha confirmado que el PP estaba informado de los traslados de presos etarras, aunque ha eludido detallar el motivo por el que se han producido estos movimientos.
«No creemos que haya que sacarlo a la luz pública», ha dicho el ministro, que ha advertido de que de este tipo de informaciones depende «la seguridad de muchas personas». Por último, y tras recordar que la política penitenciaria es «un instrumento» en la lucha antiterrorista, Rubalcaba ha señalado que la ley «se aplica a todos los presos por igual».
Mientras tanto, el portavoz de Justicia del PP, Federico Trillo, ha confirmado en el Congreso que el intercambio de información sobre esta materia entre su partido y el Gobierno es «periódico y fluido». «Esta es una política iniciada a finales de los años 80 por el ministro (Enrique) Múgica y que si se hace bien, y esperamos que se esté haciendo bien, es un acierto», ha dicho Trillo.
Críticas
No piensa lo mismo el Sindicato Unificado de Policía (SUP), para el que los traslados de presos etarras revelan la existencia de «una nueva negociación con los terroristas en el horizonte». «Los presos son importantes sólo si se trata de debilitar al sector más partidario de mantenerse en la práctica terrorista, y si se trata de debilitarlos por medios distintos a la acción policial es simplemente porque hay una nueva negociación en el horizonte», afirma el SUP en un comunicado.