Según han informado fuentes jurídicas, este mecánico ha asegurado que observó anotada en el parte de vuelo «una incidencia» en el sensor de temperatura (RAT), cuyo indicador marcaba un calentamiento excesivo, tras lo que realizó un «test» completo de su funcionamiento, cuyo resultado fue que todo estaba en perfecto estado y ‘OK’.
El juez también ha tomado declaración durante más de dos horas al piloto Vicent Adrover que, tras esa revisión, se encargó de dirigir el avión, en su último vuelo antes del accidente, de Barcelona a Madrid. Adrover ha asegurado que el aparato realizó ese vuelo sin ningún problema y -a preguntas de los abogados- ha declarado que cree que la avería detectada el 19 de agosto en el indicador de temperatura no era la misma que la registrada en el calefactor del RAT en Madrid, cuando el avión intentó despegar antes del accidente.
La tesis de que ambas averías eran distintas es la que mantiene la Asociación Sindical Española de Técnicos de Mantenimiento de Aeronaves (ASETMA), cuyo portavoz Crisanto Bermejo ha acompañado al juzgado al mecánico Marc Reventos. Bermejo ha explicado que las incidencias fueron distintas, o «por lo menos se anotaron de distinta forma» en el parte de vuelo, donde el día 19 de agosto se habla de un fallo en el indicador de temperatura, mientras el día 20 se anota una avería en el calefactor.
El día del accidente
Según uno de los abogados de la acusación, el día del accidente ese parte señala exactamente que «el calefactor está activo en tierra». ASETMA defiende que en ambos casos los mecánicos que revisaron el aparato en Madrid y en Barcelona actuaron de forma correcta y siguiendo los manuales que correspondían en cada momento, por lo que espera que se retire la imputación al mecánico de Spanair Felipe G.R. y al jefe de mantenimiento de la compañía en Barajas, Jesús T.A.