«Si el Gobierno pone en marcha las iniciativas, podremos ver pronto la salida de la crisis, si no, será más difícil», señaló Díaz Ferrán durante su intervención en la inauguración de la Conferencia Empresarial que se celebra ayer, tras asegurar al jefe del Ejecutivo que las medidas que propone la CEOE no son iniciativas «improvisadas» y ni implican déficit, sino más recaudación.
Afirmó que las medidas propuestas están orientadas a hacer frente a la crisis para recuperar lo antes posible el crecimiento y volver a crear empleo. «Ese es nuestro mayor deseo», subrayó, tras indicar que la CEOE ha hecho «los deberes», y que ahora le corresponde al Gobierno considerar si debe o no acometerlas».
Díaz Ferrán aseguró que los empresarios se esforzarán «al máximo» en su labor ante las actuales dificultades económicas, que profundizarán en el ejercicio del diálogo social y que colaborarán en el gran objetivo nacional de superar la crisis y frenar la destrucción de empleo que «llena de tristeza tantos hogares españoles».
«Las medidas son necesarias, cuanto más tardemos, más lejos estaremos de alcanzar la prosperidad», advirtió, tras reiterar que la CEOE no cejará en su empeño de conseguir un futuro mejor para España. «Presidente, te necesitamos y nos necesitas», subrayó.
El presidente de la patronal repasó las principales propuestas de la CEOE para hacer frente a la crisis, y destacó la importancia de acometer reformas estructurales ante un escenario de recesión global, con el objetivo de ganar competitividad en la economía española, un «factor clave» que además contribuirá a restaurar la confianza en los agentes económicos.
En este sentido, recordó la advertencia del Fondo Monetario Internacional de que el futuro de España puede ser «muy complicado» si no se adoptan las reformas estructurales necesarias para flexibilizar el mercado de trabajo y para recuperar la actividad.
Asimismo, hizo especial hincapié en la necesidad de que las empresas reciban financiación para pagar las nóminas, a los proveedores y para «seguir existiendo», por lo que pidió al Gobierno que acelere la puesta en marcha de las medidas implementadas para este fin.
En este sentido, reconoció que el Gobierno, aunque «tarde», ha puesto en marcha algunas medidas para hacer fluir el crédito, aunque aseguró que muchas de ellas «no están funcionando». De hecho, aseguró firmemente que el crédito aún no se ha trasladado a las empresas, y que todos los días alguna de ellas cierra, lo que, a su parecer, contribuye a incrementar la tasa de paro y a la destrucción de puestos de trabajo.
Además, recordó que fue la CEOE la primera en pedir medidas excepcionales de este tipo y que esta petición no fue bien recibida «por algunos», aunque celebró que finalmente se aprobaran nuevas líneas del ICO para circulante y tesorería.
Impuestos y salarios
Por otro lado, se refirió también a la importancia de garantizar un marco fiscal adecuado para las empresas, y resaltó la necesidad de mantener los incentivos a la I+D y rebajar el Impuesto sobre Sociedades para acercar a España a los países con los que compite. «No es un capricho», señaló, tras destacar también la necesidad de suprimir otros impuestos.
Díaz Ferrán destacó también la necesidad de acometer una nueva reforma laboral y de crear nuevas fórmulas de adecuación y extinción de contratos. «El coste del despido debe ser revisado de forma inteligente e imaginativa, probablemente con un nuevo contrato», señaló, tras asegurar que sería «incentivador» para la creación de puestos de trabajo.
Se refirió además a la necesidad de vincular los incrementos salariales a la productividad y no a la inflación y de reducir «urgentemente» las cotizaciones sociales a las empresas buscando otras soluciones que garanticen las prestaciones y no penalicen el empleo. «El 2009 no debe ser un año de reivindicaciones salariales, sino para mantener el empleo», indicó.
Finalmente, puso de manifiesto la importancia de incrementar la participación del sector privado en los servicios, de fomentar la internacionalización de las empresas españolas, de trabajar «codo con codo» con el Gobierno para reducir las cargas administrativas, fomentar el espíritu empresarial y de reabrir el debate energético para acordar un «modelo idóneo» que garantice la convergencia con Europa sin la exclusión de ningún tipo de energía.