Para que se produzca la recuperación es necesario también que «mejore el entorno externo y que se debiliten las tensiones financieras».
El presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, dijo hoy que la crisis financiera no ha concluido y exigió a los bancos centrales y a los gobiernos no conformarse con las medidas de apoyo coyuntural introducidas hasta ahora.
En un discurso para abrir la 23 Conferencia Internacional sobre Tipos de Interés organizada por el instituto de gestión Forum, Trichet aseguró que «es necesaria una coordinación más fuerte entre los Estados miembros de la Unión Europea y las instituciones para prevenir crisis y gestionar crisis».
Para apoyar la reactivación de la economía, la entidad monetaria europea ha bajado los tipos de interés para los países que comparten el euro en 1,75 puntos porcentuales en sólo dos meses, hasta el 2,5 por ciento.
La semana pasada, el BCE acometió la mayor bajada del precio del dinero de la historia de la entidad en tres cuartos de punto.
Los miembros del Consejo de Gobierno del BCE han sido muy reacios los últimos días a dar pistas sobre el momento exacto de un nuevo recorte de las tasas.
No obstante, el miembro alemán del Comité Ejecutivo del BCE, Jürgen Stark, dejó entrever la pasada noche que la entidad monetaria no decidirá reducir los tipos de interés en enero.
«Tras este sustancial recorte de las tasas (el del 4 de diciembre), el espacio de maniobra es muy limitado, lo que permitirá sólo pasos pequeños», dijo Stark.
Previamente, el banco europeo había recortado la tasa rectora en medio punto en dos ocasiones, el pasado 8 de octubre y el 6 de noviembre.
Al mismo tiempo, el gobernador del Banco de Francia, Christian Noyer, dijo que la política monetaria del BCE dependerá de la situación económica.
«Orientaremos nuestros tipos de acuerdo con las condiciones económicas», dijo Noyer en una entrevista que el diario «Le Figaro» publica en su edición de hoy.
El Consejo de Gobierno del BCE considera que «las perspectivas económicas están rodeadas de un elevado grado de incertidumbre» y que «las presiones inflacionistas han disminuido más».
Por ello, el banco europeo pronostica que las tasas de inflación se situarán en línea con la estabilidad de precios «en el horizonte relevante para la política monetaria».
El BCE define la estabilidad de precios a medio plazo como una tasa de inflación cercana pero siempre por debajo del 2 por ciento.
El Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) bajó en noviembre hasta el 2,1 por ciento, frente al 3,2 por ciento de octubre, recordó el BCE en el boletín.
«Esta fuerte caída de la inflación desde el verano refleja principalmente la considerable bajada de los precios de las materias primas los últimos meses, que compensa el impacto del agudo aumento de los costes laborales unitarios en el primera mitad de este año», apostilló el BCE.
El banco europeo también prevé que la tasa de inflación anual bajará más los próximos meses.