El niño viajó desde la ciudad sureña de Pasto, donde nació hace once años, poco después de que su padre, el suboficial del ejército Libio Martínez, cayó en poder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Los rebeldes secuestraron al suboficial el 21 de diciembre de 1997 en un ataque al cerro de Patascoy, centro militar de comunicaciones en Nariño, departamento del que Pasto es capital.
Martínez fue secuestrado junto a su colega Pablo Emilio Moncayo, ambos de un grupo de 26 miembros de la Fuerza Pública que las FARC mantiene cautivo con fines de canje por medio millar de insurgentes presos.
«Estoy conociendo a mi cantante favorito»
«Papito estoy en Bogotá, estoy conociendo a mi cantante favorito de la música, Juanes», dijo el niño, a quien el popular artista le cedió el micrófono en el coliseo bogotano de El Campín, en el que el cantautor reunió a más de 10.000 personas.
«Papá, no es fácil, porque el resto de mis compañeros tienen a su padre, pero mi madre me ha ayudado a sobrepasar estos años», agregó el hijo del militar secuestrado, y vaticinó: «Tengo confianza y fe que en esta Navidad tu vas a volver».
Tras regalarle a Juanes una mochila tejida de su región natal, que él se terció, el artista abrazó a su invitado y cantó «Sueño», canción que alude al conflicto colombiano, a los secuestrados y al deseo de que todos ellos retornen a la libertad.
Luego interpretó «La tierra», canción que popularizó con Ekhymosis, grupo musical con el que el artista, oriundo de Medellín, se adentró en la música.
«Libertad, libertad»
A una sola voz los asistentes al concierto despidieron al niño con el grito de «libertad, libertad, libertad», acuñado para las multitudinarias marchas contra el secuestro realizadas este año en el país.
Juanes no olvidó que el primero de su serie de conciertos consecutivos en Bogotá coincidió con la conmemoración del sexagésimo aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, proclamada en París.
«Tenemos que hacer que se cumplan todos los días (los derechos humanos)», exclamó el cantautor, que durante sus dos horas en el escenario ofreció al público un recorrido por toda su producción musical, la más reciente de las cuales se denomina «La vida es un ratico».