Su segundo trabajo, All the lost souls, salió a la venta en septiembre de 2007 y en poco más de un año ya supera los cinco millones de copias. A pesar de estas cifras, el músico británico, que se encuentra en nuestro país para participar este viernes en la gala de entrega de los Premios 40 Principales, cree que «el éxito de un disco no se mide en números».
«Para mí un álbum tiene éxito si cuando acabo de grabarlo me siento orgulloso de él», subraya Blunt, que dice encontrar la prueba de que sus canciones conectan con el público, no en el volumen de ventas, sino en «el diálogo» que se establece en las actuaciones en directo.
200 conciertos por todo el mundo
Durante este último año han sido más de 200 conciertos los que Blunt ha ofrecido por todo el mundo, un periplo en el que los temas de All the lost souls han crecido y han adquirido «una vida propia» que ahora se recoge en la edición de lujo de este álbum.
El CD+DVD All the lost souls deluxe edition incluye todos los temas del disco original, más cinco canciones extras, cuatro vídeos junto a sus making of, un documental sobre Kosovo -donde estuvo destinado como capitán del Ejército británico- y una entrevista al músico.
«Se trata de una recopilación de imágenes», describe Blunt, quien de este modo vuelve a «desnudarse» para sus fans hablando de sus experiencias personales.
«Mis canciones son como un diario en el que hablo de mis sentimientos»
«La vida es la mejor fuente de inspiración, mis canciones son como un diario en el que hablo de mis sentimientos», explica.
Estos sentimientos traducidos en palabras, unidos a su voz de apariencia frágil y melancólica, son los ingredientes principales de este conjunto de temas, una receta que ya estaba presente en You’re beautiful, canción que le convirtió en artista revelación, para unos, y en el artista más exasperante del año, para otros.
«Es mejor ser intérprete de un solo éxito que de ninguno», dice tajante el músico, mientras que añade, de cara a quienes creen que es una persona «blanda»: «Es muy fácil ser valiente detrás de un ordenador.
Seguro que no se atreverían a subir a un escenario ante 20.000 personas estando ‘desnudo'».