Además, Boeing también está estudiando el impacto financiero de la medida, que incorporará a su previsión financiera actualizada y a la previsión general de entregas de aviones que próximamente hará publica.
Antes de la huelga, Boeing tenía previsto que el 787 realizara su primer vuelo a finales del cuarto trimestre de este año y la primera entrega en el tercer trimestre del 2009.
«Nuestro equipo industrial ha avanzado con las pruebas estructurales, la capacitación de los sistemas de hardware y la producción pero debemos ajustar nuestro calendario por estos dos problemas inesperados», recalcó el presidente de Boeing Commercial Airplanes, Scott Carson.
Por su parte, el vicepresidente del Programa 787, Pat Shanahan, se mostró confiado en que la compañía superará «estas circunstancias, al igual que las anteriores».
Shanahan puntualizó que los preparativos del primer vuelo incluyen finalizar e incorporar los cambios de ingeniería restantes y completar las pruebas, preparación y certificación de los sistemas.
Los 27.000 empleados de Boeing afiliados al sindicato Asociación Internacional de Maquinistas y trabajadores del Aeroespacio (IAM) estuvieron 52 días en huelga ante la exigencia en aspectos como los salariales, la seguridad laboral o la subcontratación.