En este sentido, el secretario general de la AEB, pidió a las autoridades «transparencia» en las ayudas que algunas entidades han recibido por parte de los gobiernos, mientras que otras, como el caso español, no han tenido que ser rescatadas gracias a su buena gestión del riesgo.
Villasante aseguró que las ayudas son comprensibles en el entorno económico actual porque lo primordial es estabilizar la situación de los mercados y tranquilizar a los depositantes pero insistió en que el mercado necesita saber qué ayudas se han dado, a quién, para qué y por cuánto tiempo para así poder valorar cuál es la situación.
En definitiva, Villasante pidió que «las medidas que se han adoptado por otros países no jueguen en contra» de las entidades que no han sido beneficiadas por ellas. Es decir, que las autoridades europeas deben velar para que los planes de rescato a aquellas entidades que no han sabido gestionar la crisis no vayan en concreta de otros que «permanecen independientes y que siguen afrontando la realidad económica con sus medios».
Por ello, exigió a la Comisión Europea que tenga en cuenta que son medidas que pueden afectar y poner en dificultades a los que no se han beneficiado de ellas, al tiempo que afirmó que los responsables del mercado interior tienen que contribuir a que las entidades nacionales no pierdan competencia.
Por otra parte, y respecto a la capitalización de la banca española, aseguró que es «adecuada» y que no puede compararse con la de otras entidades que han tenido que ser rescatadas y que se han recapitalizado.
No obstante, señaló que los ratios de capital de los bancos españoles están por encima de los mínimos exigidos, aunque matizó que aumentarlo, como es el caso del Banco Santander, es una opción «estratégica» que depende de cada entidad.
2009, un año difícil
En cuanto a los resultados de la banca para el ejercicio completo, el secretario general de la asociación descartó que las entidades arrojen un beneficio negativo, aunque reconoció que registrarán «un decrecimiento» del mismo, aunque aseguró que esto no supondrá un cambio cualitativo de la recurrencia de los resultados. Para el 2009, vaticinó que será un año difícil desde el punto de vista económico y que la actividad de la banca se desacelerará, será más difícil y habrá que gestionarla mejor para obtener resultados adecuados.
Respecto al tercer trimestre del año, Villasante señaló que las entidades han duplicado las provisiones para hacer frente a la situación actual, que en el caso de las pérdidas por deterioros de activos alcanzaron los 8.141 millones, un 76% más, mientras las dotaciones a provisiones se elevaron hasta los 1.631 millones, un 125% más.
Precisamente en este periodo el margen de intermediación se incrementó un 16,7% hasta los 27.441,34 millones, mientras el margen ordinario subió un 3,43% hasta los 26.993 millones. Por su parte, el de explotación avanzó un 13,7% hasta los 46.797,7 millones.
Asimismo, los ingresos netos por comisiones se situaron en 5.436 millones, un 4,3% menos, una caída que se vio compensada por el crecimiento de las operaciones financieras, que se incrementaron más de 650 millones.
En cuanto a la rentabilidad, el ROA (rentabilidad sobre los activos totales) alcanzó un 1,07% debido al mayor esfuerzo por dotaciones mientras la rentabilidad sobre recursos propios (ROE) alcanzó el 18% frente al 22% anterior.
La AEB destacó que estos resultados fueron posibles gracias al modelo de negocio, basado en la banca comercial minorista, con enfoque en el cliente, gestionado con prudencia y bien provisionado.
Más exigentes con la concesión de créditos
Por otra parte, los créditos concedidos a la clientela crecieron un 6,5% hasta los 1,22 millones de euros y presentan una morosidad que se eleva desde el 0,97% hasta el 1,87% con unos fondos de cobertura constituidos que equivalen al 112% de los créditos dudosos, frente al 199% del mismo periodo del año anterior. Mientras, los depósitos aumentaron un 7,9% hasta los 819.917 millones.
Precisamente respecto a la concesión de créditos y a las críticas que ha recibido el sector, acusado de no prestar dinero, explicó que en el entorno actual, es «entendible» que la banca sea más «exigente» a la hora de conceder créditos ya que algunas peticiones son «menos solventes». Pero en todo caso, insistió en que los bancos están ofreciendo créditos, y que lo seguirán haciendo, aunque con más «exigencias» y recordó que lo que ha decrecido es la demanda de los mismos.
«Siempre que podamos prestar lo haremos, pero no vamos a entrar en inversiones que no podamos recuperar porque es de nuestros depositantes».
Por otra parte, aseguró que la morosidad continuará aumentando, aunque rehusó dar cifras ya que el negocio bancario no es «ajeno a la realidad económica». Frente a esto, señaló que la primera línea de defensa» son las provisiones, que sirve para hacer frente a la deuda de la mora que no se cobra.
Asimismo, y en referencia al tiempo en que se tardará en que las rebajas de tipos se trasladen a familias y empresas, Villasante subrayó el interés de las propias entidades de que esta caída se traslade cuanto antes a los clientes. Sin embargo, apuntó que la prima de riesgo ha crecido y por tanto, el coste del dinero es analizado con más preocupación que antes, por lo que esto puede tener repercusión en la financiación que se concede a los hogares.