«El recorte ha sido diseñado para eliminar el exceso de empleados que tenemos como resultado de la fusión de Merril Lynch y reflejan la actual coyuntura económica desfavorable», añadió la entidad en el comunicado.
El banco con sede en Carolina del Norte se suma así a otras entidades financieras del país que se han visto obligadas a anunciar despidos por la crisis, como Citigroup, que anunció el mes pasado que recortará 50.000 puestos de trabajo.
La fusión de Bank of America y Merrill Lynch elevará la plantilla de la nueva entidad hasta 260.000 empleados, de los que alrededor de 50.000 personas pertenecen al departamento de banca de inversión.
Con esta adquisición, acordada en septiembre pasado por cerca de 44.000 millones de dólares, Bank of America consolida aún más su posición de gigante, reforzada por una serie de compras anteriores que incluyen el banco hipotecario Countrywide Financial.