El propio Madoff, quien fue arrestado el jueves, dijo a la policía que el fraude asciende a 50.000 millones de dólares.
El acusado ofrecía rentabilidades razonablemente altas, en torno al 10 por ciento, en épocas de alzas del mercado pero también durante las caídas de la bolsa. Pagaba a los inversores con los recursos que iban aportando otras víctimas.
Este sábado en la página de internet de la empresa que él fundó en 1960, Bernard L. Madoff Investment Securities, aparece un mensaje sobre fondo negro que informa que el juez Louis Stanton ha nombrado a un bufete de abogados para gestionar los activos de la compañía. El magistrado ha congelado los bienes de Madoff. El día antes de su detención, dijo a sus colaboradores más estrechos que en las arcas de la empresa quedaban tan sólo entre 200 y 300 millones de dólares, según el departamento de Justicia.
Un inversor ya ha interpuesto la primera de las acciones legales contra él para intentar recuperar lo que sea posible. Irwin Kellner afirmó haber perdido tres millones de dólares en una demanda que presentó ayer y a la cual podrían sumarse otros inversores, pues está estructurada como una acción colectiva.
Madoff aparentemente estafó a gran número de familias prominentes de Nueva York y Florida, especialmente judías. Además, logró engañar a entidades financieras que disponían de sistemas sofisticados de control de sus inversiones. Fairfield Greenwich Group ha dicho que había colocado 7.500 millones de dólares en los fondos de Madoff.
Según el diario The Wall Street Journal, también han perdido dinero el banco francés BNP Paribas, el japonés Nomura y el suizo Neue Privat Bank.
Bancos españoles, posibles víctimas
En España, entre las posibles víctimas están el Banco Santander y el BBVA, según varios informes de prensa. Esta última entidad dijo este sábado no haber vendido a sus clientes productos vinculados a los fondos de Madoff, pero no habló de su propia cartera.
Madoff fue capaz de esconder la estafa durante años de las agencias de regulación estadounidenses y el escándalo podría dar fuerza adicional a los legisladores que promueven un endurecimiento de las normas financieras.
La Comisión del Mercado de Valores (SEC, en inglés) le abrió una investigación en 1992, pero le exoneró de cualquier irregularidad. Sin embargo, algunos operadores del mercado tenían sus sospechas, dado que Madoff aparentemente era capaz de mantener el rendimiento de sus fondos incluso cuando el resto del mercado se hundía.
Acorn Partners y Aksia, que asesoran a inversores adinerados, recomendaron a sus clientes no invertir en los productos de Madoff.
En EEUU han acusado el golpe en especial organizaciones sin fin de lucro de la comunidad judía, en la que Madoff era un personaje principal. La Fundación Robert I. Lappin, que estimula el mantenimiento de la identidad judía entre los jóvenes, se ha visto obligada a cerrar porque había confiado sus recursos a Madoff, según informa en su página de internet.
Por su parte, el Sistema de Salud Judío de North-Shore, Long-Island, que opera 15 hospitales, ha revelado haber perdido 5 millones de dólares, y la Fundación Julian J. Levitt otros 6 millones.
Madoff, de 70 años, se encuentra en libertad condicional tras pagar una fianza de 10 millones de dólares. Los cargos contra él acarrean una pena máxima de 20 años en prisión y una multa de cinco millones de dólares.