Las portavoces del PSOE y del PP en la subcomisión, Carmen Montón y Sandra Moneo, respectivamente, se han mostrado partidarias de esta regulación. Por su parte, Empar Pineda, cofundadora de la Comisión feminista Pro Derecho al Aborto, también ha apoyado la propuesta, ya que existen hospitales en los que la objeción es regulada directamente por el jefe de ginecología y «decide por todos los médicos a su cargo». PP y PSOE también han aplaudido otra propuesta de Altisent orientada a crear un protocolo que garantice el consentimiento informado, es decir, que asegure que la mujer decida bien informada y sin coacciones externas.
El Colegio de Médicos también ve necesaria la ampliación del período de reflexión de la mujer a dos semanas, una medida que ha visto con buenos ojos la portavoz del PP, pero no así la diputada socialista. Altisent también ha pedido mayor coordinación médico-judicial para que se vigile el verdadero cumplimiento de la ley y se eviten casos de falsos certificados médicos para autorizar abortos. El PP ve todas estas modificaciones como «perfeccionamientos jurídicos» y no como una reforma legal, ya que es partidario de mantener la actual legislación de los tres supuestos.
En la misma subcomisión, la investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Margarita Delgado, ha explicado que los abortos de adolescentes se han multiplicado por tres entre 1990 y 2007 en España. Sin embargo, Delgado ha asegurado que la mayoría de las mujeres que optan por interrumpir su embarazo son trabajadoras «por cuenta ajena con pocos hijos y dificultades de conciliación».
Educación
La investigadora aboga por la educación desde edades tempranas, al igual que la feminista Empar Pineda, partidaria de la formación de los derechos sexuales y reproductivos en todo el currículo escolar desde la enseñanza primaria. Pineda quiere que se reconozca el derecho de la mujer a decidir por sí sola, sin la autorización de un médico especialista y también ve necesaria la ampliación del plazo para abortar hasta las 24 semanas, como en Holanda, «en donde ha disminuido el número de interrupciones del embarazo».