Según el ministro, el Gobierno ha adoptado un conjunto de medidas «preventivas» en el ámbito financiero, cuyo efecto es limitar el contagio de la crisis financiera internacional, y que persiguen, además de evitar operaciones de rescate de bancos y cajas, otros dos objetivos.
El primero, en opinión de Solbes, es enviar un mensaje de confianza a los mercados de capitales, al sector financiero, a las empresas y a los pequeños ahorradores, indicándoles que el Gobierno actúa de forma coordinada con el resto de países de la UE.
El titular de Economía indica que el segundo objetivo de las medidas es introducir los medios necesarios que eviten que los actuales problemas de liquidez y, por lo tanto, de escasez de crédito en los mercados de capitales interbancarios, afecten al funcionamiento de la economía española.
«Todo ello con el fin último de incrementar la oferta de crédito disponible a las empresas no financieras y los particulares contribuyendo así a mantener los puestos de trabajo y las rentas de los españoles, sin coste adicional para los contribuyentes», subraya el ministro.
De forma simultánea a las medidas financieras, añade Solbes, el Gobierno ha puesto en marcha iniciativas para reducir el coste de la crisis sobre los más vulnerables, que son las familias con especiales dificultades y, en el ámbito empresarial, las pymes y autónomos. Entre ellas, destacó la moratoria parcial del pago hipotecario para los parados, la rebaja de retenciones en el IRPF para los hipotecados o la ampliación de las cuentas ahorro-vivienda.
El paro, el principal problema
Igualmente, el titular de Economía asegura que «no cabe duda» de que la «primera preocupación» del Gobierno en estos momentos es el desempleo, y resalta que para combatir la destrucción de empleo, el Gobierno ha adoptado también un conjunto de medidas, como las líneas del ICO para garantizar la financiación de las pymes.
Solbes indica que este conjunto de iniciativas suponen un «gran esfuerzo» por parte del Gobierno para poner mayores recursos financieros al alcance de pequeñas y medianas empresas, así como para adecuar el apoyo público a las necesidades detectadas en el sector empresarial.
«Estas actuaciones suponen una oferta de financiación de casi 29.000 millones de euros, dirigida específicamente a apoyar la inversión y la liquidez de pequeñas y medianas empresas y autónomos, una cantidad considerable (…) que representa una inyección financiera por encima del 2% del PIB de España», reitera.