Rajoy ha criticado la propuesta de Solbes porque, ha manifestado, pretende financiar a las autonomías con deuda pública, un endeudamiento que supone «más impuestos para el futuro, menos dinero para la gente y muchísima menos posibilidad de crédito» para las empresas y las familias.
«El PP no puede aceptar que se siga tirando de chequera como si el dinero publico no le importara a nadie», ha advertido. A su juicio, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha vuelto a caer en la improvisación al recibir a unos presidentes autonómicos y no a otros y al intentar sacar de nuevo «un conejo de la chistera».
Tras denunciar que el PP no sabe cuánto dinero va a poner el Gobierno encima de la mesa ni cómo se va a repartir entre las comunidades, ha instado a Zapatero a reunirse en la Moncloa con todos los presidentes autonómicos: «Todos iguales: en prestaciones, en trato y en forma», ha recalcado.
Ante la perspectiva de que presidentes autonómicos del PP reciban con buenos ojos la nueva propuesta de financiación anunciada por Solbes, como hicieron Esperanza Aguirre o Francisco Camps tras reunirse con Zapatero, Rajoy ha insistido en que él, como presidente del PP, tiene que defender los intereses de todos los españoles.
Se ha comprometido así a trabajar para garantizar «ni más ni menos que la igualdad de los españoles», para que, por ejemplo, una persona que vaya al médico en Toro reciba la misma atención sanitaria que otra que acuda a la consulta en la isla de la Gomera o en Santiago de Compostela.