El portavoz advirtió de que la brusca caída de la presión en la entrada del sistema de gasoductos ucranianos conducirá inevitablemente a la reducción en las próximas horas de los suministros de carburante a los consumidores europeos.
«Gazprom ha cortado todas las comunicaciones con Naftogaz», añadió Zemlianski.
La víspera, el primer ministro ruso, Vladímir Putin, ordenó la reducción de los suministros de gas en la frontera con Ucrania en el mismo volumen en que el carburante ruso «ha sido robado» en el vecino país en su tránsito hacia los consumidores europeos.
El jefe del Gobierno aceptó la propuesta del presidente de Gazprom, Alexéi Miller, de reducir los suministros en la frontera de Rusia y Ucrania «en el mismo volumen en que ha sido sustraído -65,3 millones de metro cúbicos- y, en adelante, de recortar según el volumen de gas robado diariamente», informó la agencia Interfax.
Gazprom instó anoche a Naftogaz a compensar, con sus propios recursos, esos 65,3 millones de metros cúbicos de gas y bombearlos a a los consumidores europeos en la frontera occidental de Ucrania.