Los equipos que trabajan en las cuatro zonas en las que se ha dividido el cauce del río en el que se busca «van a rotar cada dos días para no caer en rutina o cansancio visual que dificulte el hallazgo del cuerpo».
Las zonas son el cauce del río entre Camas y el puerto de Gelves, donde se encuentra el Charco de la Pava, donde se efectúa una búsqueda especial del cuerpo por ser la zona donde al parecer fue arrojado.
Las otras zonas son Gelves-Puebla del Río; Puebla del Río-Estación de Bombeo de El Mármol, y Estación de Bombeo del Mármol-Sanlúcar de Barrameda, esta última la más extensa con 40 kilómetros.
Estas zonas se dividen en distintas subzonas donde se realiza «una búsqueda muy minuciosa y muy lenta».
Manuel Piedrabuena agradeció las intenciones de colaboración de embarcaciones particulares pero señaló que «dificultan las tareas de búsqueda, que se realizan diariamente y mientras el tiempo lo permita durante once horas seguidas».
Además de los militares de la UME, participan en los rastreos 30 buzos de la Guardia Civil, miembros de los GEO de la Policía Nacional, de los GOES de la Guardia Civil, bomberos de Sevilla y 15 embarcaciones del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil, y del Servicio Marítimo de Cádiz, así como dos helicópteros, uno de la Policía Nacional y el otro de la Guardia Civil.