Andrés Sardá propone para el próximo otoño-invierno una intimidad de ligueros, culottes y encajes como una segunda piel, que ha plasmado en una gama de colorido que va desde el clásico negro, a los verdes, fuxias, lilas o rojos. Sardá, nacido en Barcelona y siempre vinculado al mundo de la moda, ya que su familia se ha dedicado a la industria textil desde finales del siglo XIX, ha arropado su sofisticada lencería en Cibeles Madrid Fashion Week con capas largas para noches draculinas; cortas con capucha, emulando la candidez de «Caperucita» y sugerentes abrigos smoking, que mostraban las largas piernas de las modelos. No faltaron los ligueros, las transparencias en bodies y vestidos-túnica y la pedrería en forma de flecos, que simulaban camisolas. Andrés Sardá tiene su propia firma, dedicada al diseño y producción de prendas de baño y lencería femenina, desde 1962 y fue el primer diseñador en el mundo que introdujo fibras elásticas en sus prendas. Es uno de los pioneros en la introducción del factor moda en la lencería