Estas negociaciones con los bancos, de propiedad estatal en un 43 y un 70%, respectivamente, se enmarcan en el Programa de Protección de Activos anunciado por el Ejecutivo el pasado 19 de febrero, con el que aspira a respaldar a las entidades para que reanuden el crédito.
El Lloyds Banking tiene hasta este jueves para llegar a un acuerdo con el Gobierno, mientras que la fecha límite para el Lloyds es el viernes, según la BBC.
En virtud del plan, el Gobierno garantizará hasta cierto punto las inversiones y deudas tóxicas, es decir, títulos de bajo valor o créditos de difícil cobro, de los bancos, para permitirles así liberar dinero para prestar al público, en lugar de dedicarlo a cubrir sus agujeros financieros.
Los bancos deben informar al Estado de cuánto esperan perder por culpa de sus activos tóxicos y el Tesoro puede asegurar hasta un 90% de las pérdidas adicionales previstas.
Los puntos delicados de las negociaciones, según la cadena pública, son la cifra del honorario que ambos bancos deben abonar al Gobierno por ofrecerles la garantía, y que puede pagarse en dinero o en acciones, y el hecho de que los bancos deban asumir el 10% inicial de pérdidas, lo que podría debilitarles.
La BBC señala que es probable que en este caso el honorario se pague en acciones preferentes, que no conllevarían derecho a voto, por lo que el porcentaje accionarial de Estado en las dos entidades no aumentaría, aunque sí podría producirse una nacionalización económica de casi el 100 por 100.
El primer plan de rescate del Ejecutivo británico al sector bancario, presentado en octubre del 2008, cuando ofreció a los bancos ayudas por 37.000 millones de libras (40.330 millones de euros), no logró crear las condiciones necesarias para reanudar un flujo normal de préstamos.
En el marco del segundo plan, el Banco de Inglaterra podrá comprar también directamente activos, hasta un total de 50.000 millones de libras (unos 55.550 millones de euros), en las empresas de cualquier sector de la economía, por ejemplo, bonos de empresas, mientras que antes sólo compraba activos de bancos o instituciones financieras.