En el encuentro Yudhoyono y Clinton abordaron asuntos de «interés bilateral, regional y global» entre los que destacó la situación en Palestina, una cuestión especialmente sensible para Indonesia. Yudhoyono, según explicó el portavoz presidencial, Dino Patti Djalal, abogó ante Clinton por la consolidación de sendos estados israelí y palestino en Oriente Medio, como única fórmula viable para alcanzar la paz en la región.
Ambos coincidieron además en la necesidad de colaborar en la reconstrucción de Gaza tras la ofensiva israelí de diciembre y enero, en la que murieron más de mil personas. A este respecto, Indonesia y EEUU confirmaron su participación en la conferencia de donantes que se celebrará el próximo marzo en Egipto.
Con la visita de la secretaria de Estado, Indonesia pretendió fortalecer su papel en el contexto internacional y postular ante EEUU como un posible mediador con el resto del mundo musulmán, por su perfil moderado y democrático, y sus vínculos afectivos con el presidente Barack Obama, que residió en Yakarta durante su infancia.
El ministro de Asuntos Exteriores indonesio, Hassan Wirajuda, afirmó el miércoles tras reunirse con Clinton, que Indonesia puede ser «un buen aliado» de EEUU «para llegar a otros países musulmanes». A este sentido, Clinton reconoció que Indonesia, un país que aúna «islam, democracia y modernidad» y comparte «valores» con EEUU, tiene una gran importancia estratégica.
La propuesta de Hillary
Por eso, la propuesta estrella que trajo consigo la secretaria de Estado en este viaje fue la de llegar a un «acuerdo integral» con Indonesia, como ella misma explicó, y cuyo objetivo último es la promoción de «la democracia y el desarrollo económico». En ese contexto, Clintón aseguró que EEUU considera que la ayuda de Indonesia puede ser crucial en sus esfuerzos por que el pueblo de Birmania (Myanmar) «viva más libremente» y «pueda elegir a sus dirigentes».
Añadió que la Junta Militar birmana, que gobierna de forma dictatorial desde la asonada de 1962, «no se ha visto influida por la presión internacional ni por las sanciones», por lo que hace falta abordar su proceso de democratización desde una óptica regional. No obstante, la alianza bilateral que ambos gobiernos pretenden fraguar, y que el presidente indonesio ya esbozó en noviembre, abarcaría diferentes áreas de cooperación, desde el cambio climático a la deforestación, y de la educación a la lucha contra el terrorismo, además del comercio y la integración regional en el marco de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).
Clinton destacó que Indonesia puede ejercer de baluarte de la democracia y el desarrollo, por su «capacidad de vivir en armonía» y su «vibrante sociedad civil», tras la fuerte transformación de los últimos diez años. La secretaria de Estado se refería al proceso de reforma política y democratización que siguió al final del régimen del general Suharto en 1998.
Los observadores entienden que la escala en Yakarta de la secretaria de Estado persiguió también preparar una eventual visita oficial del presidente Obama a Indonesia durante este año, aunque oficialmente no se ha indicado nada al respecto.
Clinton partió hacia Corea del Sur, tercera escala de su primera gira oficial, que empezó en Japón y concluirá en China, lo cual da entender la importancia de Asia para la política exterior de la nueva administración estadounidense.