El catálogo contempla también el desarrollo de un mecanismo de sanciones para una mejor protección contra los peligros que puedan surgir de jurisdicciones que no cooperen, inclusive los paraísos fiscales. Los asistentes a la reunión en Berlín destacaron también la necesidad de que los bancos aprovechen las épocas de bonanza económica para crear «colchones de capital» en los que poder apoyarse en tiempos de vacas flacas. Además, subrayaron que la reunión de Londres en abril próximo se debatirá activamente la carta global para una economía sostenible que apuesta por una economía social de mercado.
Los países europeos coinciden también en que se deben emprender medidas para evitar que se distorsione la competencia y subrayan que esperan lo mismo del resto de los países del G20 en la reunión de Londres. En ese sentido, se comprometen a no aplicar medidas proteccionistas y a impulsar la ronda de Doha de la Organización Mundial del Comercio.
Finalmente proponen duplicar los fondos del FMI para que pueda ayudar con rapidez y flexibilidad a aquellos miembros con problemas en sus balanzas de pago.
Fundamentalmente, se trata de analizar el estado en que se encuentra la puesta en práctica de las decisiones tomadas durante la última reunión en Washington, en noviembre pasado, en la que se hizo un primer balance de la crisis económica y financiera y se crearon varios grupos de trabajo.
Estos grupos tienen la tarea de diseñar modelos concretos de actuación que permitan evitar en el futuro crisis como la que se está viviendo.
Fuentes gubernamentales señalaron que Alemania procurará convencer a sus socios para una declaración de principios sobre la sostenibilidad económica que deberá allanar el camino de regreso a una política de consolidación presupuestaria cuando se supere la actual crisis financiera.
La canciller alemana, Angela Merkel, anfitriona de la reunión, quiere que de Berlín salga además una rotunda señal de rechazo a todo intento de combatir la crisis con medidas proteccionistas, un punto en el que hay posiciones divergentes entre París y Berlín.
En la víspera de la crisis, el presidente francés, Nicolás Sarkozy, defendió las medidas emprendidas por su Gobierno para proteger la industria automovilística de su país, que, entre otros puntos, contempla ayudas económicas a las empresas que garanticen los puestos de trabajo nacionales.
La reunión comenzará hacia las 10.00 GMT con una sesión plenaria, a la que asistirán también los ministros de Finanzas, y concluirá, tras dos almuerzos por separado, con una rueda de prensa de todos los jefes de Gobierno.