Brigadas de los organismos de socorro recorren la zona afectada y tratan de persuadir a los habitantes de las pequeñas localidades rurales de Genoy y Mapachico del departamento de Nariño para que evacúen.
El Gobernador de Nariño, Antonio Navarro, dijo a periodistas que pedía a la población «que no se confíe y que acate las recomendaciones» de las autoridades. Añadió que ha habido dos explosiones menores y advirtió que pueden registrarse otras mayores y por ello pidió a la gente que «no se confíe demasiado» e insistió en que deben acudir a los albergues.
Un total de siete refugios están dispuestos en zonas seguras que cuentan con la cooperación de la Fuerza Pública y de la Cruz Roja.
La nueva erupción, la segunda en la última semana, se sintió en las localidades de La Florida, Sandoná, Consacá, Nariño y en las edificaciones altas de Pasto, capital de Nariño, fronterizo con Ecuador. Algunas autoridades informaron de la caída de piedras y cenizas en algunas zonas próximas al volcán.
El pasado 14 de febrero también se subió la alerta roja sobre la misma cumbre andina, situada a unos 700 kilómetros de Bogotá, y con una altitud de 4.276 metros sobre el nivel del mar, pero esa situación se rebajó a naranja dos días más tarde cuando se calmó su actividad.
Unas 7.000 personas viven en la zona de riesgo del Galeras, formada por algunos sectores rurales de Pasto y las localidades vecinas.