Esta reducción de costes es consecuencia del empeoramiento de la crisis económica tanto en el Reino Unido como en otros mercados clave para la compañía, la cual ha afectado especialmente las ventas de teléfonos móviles.
A principios de febrero, Vodafone anunció un incremento del 14,3% de sus previsiones de ingresos hasta los 10.470 millones de libras (11.622 millones de euros) en el último trimestre del 2008, aunque sufrió una caída del 5,8% en la facturación de su filial española.