Según la vicepresidenta senior de Moody’s, María Cabanyes, esto provocará un aumento de las provisiones y una reducción de la capacidad de absorción de riesgo de los bancos, «en términos de una adecuación de capital más débil».
Entre junio del 2007 y el pasado mes de febrero, Moody’s realizó acciones negativas de rating en alrededor del 50% de los bancos españoles que se someten a su calificación, y «si las tendencias de crédito en el sistema continúan deteriorándose, se requerirán más rebajas de calificación». A su parecer, las restricciones crediticias persisten a causa de las disrupciones en los mercados mayoristas, que presionan los costes de financiación de las entidades financieras y, por tanto, sus perfiles de liquidez. La capacidad de cada banco para afrontar el deterioro de su cartera crediticia y su habilidad de generar capital pese al estrés que soportarán los beneficios y otras iniciativas de crecimiento de capital, será «clave» para el futuro, agrega
La agencia de medición de riesgos adevierte de que si el Gobierno español no inyecta «más capital» en los bancos, las medidas lanzadas para asegurar la estabilidad financiera y facilitar el flujo de liquidez «no compensarán los ratings negativos».
Moody’s constata que el Gobierno español ha facilitado medidas para ayudar a garantizar la estabilidad financiera y aliviar las presiones de liquidez que soporta el sistema, pero considera que debe ir más allá para atajar el deterioro de la calidad de crédito de las entidades españolas. «A no ser que se haga un mayor uso de la capacidad del Ejecutivo de inyectar capital en los bancos, estas medidas no compensarán por completo la presión negativa sobre los ‘ratings’ de los bancos en cuanto a su perfil de crédito intrínseco a raíz de las tendencias de debilitamiento crediticio en el sistema», asegura la firma.