El anuncio inicial de la nacionalización del Banco de Venezuela lo hizo Chávez a finales de julio del 2008.
Las negociaciones entre el Gobierno y el Grupo Santander se desarrollaron en el segundo semestre de ese año y se especuló con la posibilidad de un acuerdo antes de que finalizase el año.
Sin embargo, el estallido de la crisis financiera mundial ralentizó los contactos y finalmente se indicó que el proceso nacionalizador entraba en un paréntesis.
Cuando se concrete la nacionalización de la filial del Grupo Santander, el Estado venezolano poseerá el 16,44% del total de créditos de la banca y 24,38% de los depósitos, según fuentes financieras.
El Banco de Venezuela es responsable en la actualidad del 11,59% del total de créditos concedidos y del 11% de los depósitos, lo que lo sitúa como el tercer banco del país.
El Estado venezolano también liderará en ese caso la cuantificación de oficinas bancarias, y alcanzará un total de 561 en todo el país, lo que representará el 17% del total del sistema financiero nacional, ya que sumará las 269 del Banco de Venezuela.
Asimismo, con los 5.861 empleados del Banco de Venezuela, a quienes tras el primer anuncio el Gobierno garantizó estabilidad laboral, un 21% de los 14.135 trabajadores bancarios venezolanos pasarán a depender del Estado cuando se concrete la compraventa.