La publicación asegura que Betancourt ya instauró la demanda civil de rigor, y observa que las normas del país sobre la materia establecen que el divorcio puede ser solicitado cuando la separación de la pareja complete dos años.
La ex candidata presidencial colombiana se casó con Lecompte en 1997, pero cinco años después cayó en manos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que la integraron a una lista de secuestrados con fines de canje por medio millar de rebeldes presos. La mujer estuvo secuestrada hasta el 2 de julio de 2008, cuando fue rescatada en una operación militar encubierta junto a tres estadounidenses y once policías y militares de las fuerzas colombianas de seguridad.
Durante estos años, el publicista Lecompte mantuvo una campaña personal en favor de la puesta en libertad de su esposa con acciones que incluyeron varios vuelos sobre las selvas del este y el sureste del país en las que se creía que ella estaba cautiva.
Lecompte lamentó que Íngrid no le reconociera esos esfuerzos ni siquiera en el encuentro que tuvo con ella el día en el que fue rescatada y en el que la ex candidata presidencial asumió ante él una actitud fría, presagio de la ruptura, que lo dejó desconcertado.
El semanario sostiene que la querella ha sido rechazada por los abogados de Lecompte. Según Semana estos juristas «alegan que no fue una separación voluntaria, sino creada por fuerza mayor». «Por eso están contrademandando, para que el que pida el divorcio sea él, quien podría presentar como pruebas revelaciones recientes de los norteamericanos liberados», advierte la publicación, que alude a testimonios en los que estos ex rehenes sugieren una supuesta relación sentimental de Betancourt con algún compañero de cautiverio.