El último día del juicio contra Josef Fritzl, el «Carcelero de Amstetten», comenzó este jueves en un tribunal austríaco, donde un jurado popular emitirá su veredicto por la acusación de haber encerrado y violado a su hija en un sótano durante 24 años.
Josef Fritzl, el ‘carcelero de Amstetten’, ha asegurado en el último día del juicio que siente de «todo corazón» lo ocurrido.
«Ya no puedo hacer nada», ha dicho con la cara descubierta en su última intervención antes de que los ocho miembros del jurado se retiraran a deliberar. Por su parte, su hija Elisabeth, según ha comentado la abogada de las víctimas, ha exigido que a su padre «se le haga responsable de sus actos hasta su muerte».
Con una declaración de arrepentimiento por parte del acusado y la advertencia de la Fiscalía de que es sólo una estrategia, quedó visto este jueves para sentencia el juicio contra Josef Fritzl por haber encerrado y violado a su hija Elisabeth durante 24 años.
«Me arrepiento de todo corazón de lo que le he hecho a mi familia», dijo el conocido como «Carcelero de Amstetten» al ser preguntado por la jueza que dirige el caso si tenía algo más que decir.
El encausado entró a la sala de la Audiencia Provincial de la ciudad de Sankt Pölten, con la cara descubierta, acompañado por una decena de agentes de Policía hacia las 09.00 horas (08.00 GMT), tras haberse declarado este miércoles, por sorpresa, culpable de los seis cargos que se le imputan.
Este jueves el acusado ha asegurado al tribunal que «ya no puedo hacer nada para arreglarlo» sino que sólo puede «aminorar los daños».
El veredicto será emitido por un jurado en el cuarto día de este espectacular juicio y apenas 11 meses después de que se desvelara que tuvo encerrada a su hija Elisabeth, con la que tuvo siete hijos, casi un cuarto de siglo en un sótano de su casa en la localidad de Amstetten, unos 80 kilómetros al oeste de Viena.
Posteriormente, los tres jueces que dirigen el caso formularán a los ocho miembros del jurado un cuestionario sobre cada uno de los seis delitos que se imputan, entre ellos asesinato por omisión de socorro a uno bebé recién nacido fruto del incesto, esclavitud y violación.
Luego, el jurado se retirará a deliberar y por la tarde emitirá el veredicto y dictará, junto a los jueces, la pena correspondiente, que puede oscilar entre un año de cárcel y cadena perpetua.
Solo tres días para deliberar
El tribunal que juzga a Fritzl ha necesitado sólo tres días de presentación de pruebas para estar listo este jueves a emitir un veredicto.
Este miércoles admitió todos los cargos después de haber visionado el día anterior el vídeo de 11 horas con el testimonio incriminatorio de su hija sobre el martirio a la que la sometió durante casi un cuarto de siglo.
La prensa austríaca informaba de que Elisabeth estuvo presente en la sala, un dato que no fue «confirmado ni desmentido» por la Audiencia Provincial de Sankt Pölten que juzga el caso, pero que fue dado por cierto por la televisión austríaca.
La confesión de Fritzl sorprendió incluso a su propio abogado al cambiar la inicial declaración de «no culpable» que formuló el lunes respecto a los cargos más graves, esclavitud y asesinato.
Este último se refiere a la presunta responsabilidad de Fritzl en la muerte en 1996 de uno de los siete hijos que tuvo con su hija Elisabeth en el sótano de su vivienda y al que, según la Fiscalía, negó ayuda médica, pese a sus evidentes problemas de salud.
Si no hay recursos, la sentencia será firme a partir del martes próximo. Tanto la Fiscalía como la psiquiatra que ha examinado a Fritzl han solicitado su ingreso en una institución para delincuentes con problemas mentales, pese a establecerse que el acusado fue consciente y dueño de sus actos cuando los cometió.