Como consecuencia de la colisión, se produjo la rotura del depósito de combustible del buque militar y se vertieron unos 95.000 litros de fuel al mar. El submarino, que funciona con energía nuclear, no sufrió daños materiales.
El portavoz de la V Flota, Nathan Christiansen, señaló que la causas de la colisión se están investigando y negó las informaciones de algunos medios de comunicación que han señalado que se había producido un incendio.
Además, Christiansen apuntó que ambas embarcaciones «forman parte de una misión ordenada por el Mando Central Naval de EEUU para combatir el terrorismo en cooperación con los países de la región y para evitar el contrabando de armas y de seres humanos».
Situado entre Omán e Irán, el estrecho de Ormuz es la entrada marítima al Golfo Pérsico y por él transitan el 40 por ciento de las necesidades de petróleo del mundo.