sábado, noviembre 23, 2024
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Testifica la hija del ‘monstruo de Amstetten’ mediante una grabación a puerta cerrada

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Después de que la prensa tuviera ayer un breve acceso a la sala en el momento de la lectura de los cargos y los alegatos de defensa y fiscal, la sesión de hoy en la Audiencia Provincial de la ciudad de Sankt Pölten comenzó a puerta cerrada poco después de las 09.00 (08.00 GMT), para proteger la intimidad de la víctima.

Los ocho miembros del jurado escucharán hoy nuevos fragmentos de la declaración de Elisabeth Fritzl, la principal víctima, sobre su vida en el sótano, donde su padre la encerró cuando tenía 18 años y donde dio a luz a siete hijos, uno de los cuales murió poco después de nacer.

El acusado será interrogado y también se espera que se presenten los informes sobre el estado mental del acusado y sobre su posible responsabilidad en la muerte de aquel bebé, por presuntamente ignorar las peticiones de ayuda que Elisabeth le formuló ante los problemas respiratorios que presentaba el recién nacido.

En este caso, la Fiscalía acusa a Fritzl de asesinato por omisión de ayuda, un delito penado en Austria con entre 20 años y cadena perpetua. En la apertura del juicio ayer, Fritzl se declaró «no culpable» de esa imputación, así como de la esclavitud, pero sí admitió los delitos de incesto y privación de libertad y se declaró «parcialmente culpable» del de violación.

Un portavoz de la Audiencia Provincial de Sankt Pölten explicó ayer que, en función de cómo avance el proceso y la actitud del acusado, el veredicto de culpabilidad o inocencia podría ser emitido el jueves o el viernes. Probablemente ese mismo día, el jurado junto con los tres jueces profesionales que dirigen el caso, decidirán la sentencia que se impondrá a Fritzl.

Cobardía del acusado

La prensa austríaca destacó hoy la «cobardía» del acusado, que penetró en la sala del juicio con la cara tapada con un archivador azul, donde guardaba sus documentos.

En una entrevista en la televisión pública austríaca ORF, el letrado de la defensa, Rudolf Mayer, explicó que su cliente «estaba muy nervioso y se ha avergonzado mucho» ante la presencia de los medios, por lo que decidió ocultar su rostro. Mayer argumentó la dificultad jurídica de probar que Fritzl fue responsable de la muerte del bebé y recordó que se trata de confrontar el testimonio de la víctima con el del acusado.

Pese a reconocer que «gran parte de los actos (de Fritzl) son monstruosos sin lugar a dudas», el abogado insistió en que su objetivo es lograr un veredicto sin prejuicios.

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