En ese sentido, consideró que se registra una «leve mejoría» del acceso al crédito por parte de las empresas respecto a la situación que se vivía en España hace dos meses, a pesar de que persisten las «serias dificultades».
Zapatero hizo esta valoración en la rueda de prensa con la que concluyó su participación en el Consejo Europeo celebrado en Bruselas, donde destacó de nuevo las operaciones realizadas al amparo de las líneas abiertas por el Instituto de Crédito Oficial y el «clarísimo alivio» que supone para las familias la bajada del euribor.
Según recordó, se han realizado ya 77.500 operaciones en favor de empresas y ciudadanos a través de las líneas de crédito del ICO y 12.000 pequeñas y medianas empresas han recibido prestamos con la línea ICO-Liquidez, que ha alcanzado «un ritmo de velocidad de crucero».
En opinión de Zapatero, las pymes saben ya que existe una mejor perspectiva gracias a estas líneas del ICO, aunque, reconoció, «aún queda mucha tarea para volver a una situación de cierta normalidad».
Junto a esta cuestión, destacó la importancia de la bajada del euribor, ya que las familias ven incrementar su disponibilidad de renta y favorece la recuperación del consumo.
Para Zapatero, el Consejo Europeo ha puesto de manifiesto que cada vez hay más decisiones conjuntas frente a la crisis. «Cada vez hay más acuerdos, más posiciones comunes, más decisiones compartidas, y la política común europea ante la crisis económica para apostar por la recuperación de la economía y el empleo, sigue siendo el gran eje, la gran apuesta de la Unión», aseveró.
España considera que la lucha contra el paro ha de ser una prioridad de la UE y, de hecho, el jueves reclamó un mayor esfuerzo en favor del empleo, con sus esperanzas puestas en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno que estaba previsto celebrar el 7 de mayo en Praga.
Sin embargo, esa cumbre, según explicó Zapatero, se transformará en una reunión de la troika comunitaria con los interlocutores sociales tras la propuesta de varios líderes, entre ellos el presidente francés, Nicolas Sarkzoy, por considerar que el formato decidido finalmente es más operativo.
Para Zapatero, eso no significa que la Unión Europea rebaje la atención sobre un problema ante el que España tiene una especial preocupación, ya que todas las medidas puestas en marcha para hacer frente a la crisis económica «giran en torno al empleo».
El presidente del Gobierno consideró razonable que el retorno al equilibrio presupuestario tras los déficit a los que se tendrá que hacer frente, se fije en el 2011, ya que cree que en ese momento es cuando se puede entrar en «la senda de la recuperación» o aproximarse al pacto de estabilidad.
También se mostró convencido de que el plan de actuación que marcará la reunión del G20 de Londres para combatir la crisis económica y financiera contará con el acuerdo de Estados Unidos y de la Unión Europea.
Expresó su total coincidencia con la posición fijada por la UE ante esa cumbre y, respecto a la posibilidad de poner en marcha nuevos planes frente a la recesión, defendió que lo hay que hacer en este momento es evaluar los resultados de los que ya están en marcha.
Zapatero aprovechó para expresar su satisfacción por el hecho de que el Consejo haya aprobado las partidas destinadas a una serie de proyectos energéticos en España que se desarrollarán este año y en el 2010 y que sumarán un total de 377,5 millones de euros.
De ellos, 112,5 millones se destinarán a la interconexión eléctrica con Francia, 45 millones al paso por España de un gasoducto entre Europa y África y 180 millones a un proyecto para la captura de carbono en la localidad leonesa de Compostilla.
Esta iniciativa, ante la que el presidente del Gobierno expresó su especial alegría, dijo que supondrá un avance fundamental en la capacidad de utilizar de manera limpia una fuente energética fósil como el carbón y de la que España cuenta con importantes reservas, sobre todo, en el norte.