«El deterioro de la actividad en las primeras semanas de 2009 ha llevado a Cheuvreux a poner en marcha un plan de salvaguarda del empleo en marzo», añadió la entidad en referencia a esa reestructuración, que supondrá la supresión de 75 puestos de trabajo.
El comunicado fue divulgado en respuesta a las revelaciones del diario «Libération» respecto a que la compañía financiera pagará 51 millones de euros en esas primas.
El abono se produce después de que Crédit Agricole haya recibido del Estado francés un refuerzo de sus fondos propios por un monto de 3.000 millones de euros, dentro del programa de apoyo del sistema bancario.
«Libération», que recordaba que a cuenta de los beneficios de 2007 Cheuvreux había abonado 82 millones de euros a sus empleados, destacó que, pese a cerrar el pasado ejercicio con un resultado neto positivo, el resultado bruto de explotación (EBITDA) había dado un bajón del 73% hasta quedar en 24 millones.
Cheuvreux insistió, por su parte, en que es una práctica común en el sector el que las primas «se determinan en función de los ingresos comerciales de la empresa y constituyen una parte sustancial de la remuneración global de los colaboradores».
Las puntualizaciones de la entidad financiera a la información de «Libération» se enmarcan en un clima muy sensible en Francia a las noticias sobre las primas de los dirigentes de grandes empresas que reciben ayudas públicas o están procediendo a disminuir sus efectivos.
Los máximos dirigentes de Crédit Agricole tuvieron que renunciar a la parte variable de su remuneración por la presión de la presidencia francesa.
Ayer la polémica se centró en Valeo después de que se supiera que el que ha sido su presidente hasta la semana pasada, Thierry Morin, debe recibir 3,2 millones de euros de indemnización en virtud de su contrato blindado.
Y eso pese a que el fabricante francés de equipamiento para el automóvil perdió 207 millones de euros en 2008 y a que ha anunciado la supresión de 5.000 empleos en todo el mundo, de los que una quinta parte son en Francia.